Ganso Azul capacita a sus empleados para adaptarse a las nuevas tecnologías

Texto y foto: La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Viernes 3 de agosto, 2018

En la fábrica de uniformes de seguridad Ganso Azul, cada día cientos de máquinas de coser se ponen en marcha, bajo el mando de operarios que en punto de las siete horas con cincuenta minutos comienzan su jornada laboral, entre instrumentos para coser, para cortar, planchar y fusionar.

Esos aparatos juegan un papel fundamental en la producción de la empresa y un grupo de ocho personas se encarga de que el trabajo fluya y produzca las prendas que distinguen a la compañía y que portarán agentes del orden.

Se trata del equipo de mantenimiento que tiene bajo su responsabilidad el buen estado de la maquinaria, con dos objetivos fundamentales: lograr un producto excelente y ofrecer certidumbre, al momento de realizar su trabajo, a los operadores.

En entrevista para [i]La Jornada Maya[/i], Sergio Santiago Aban Poot explica que la labor de los mecánicos consiste en reparar el equipo que presenta alguna falla o cualquier anomalía en su funcionamiento. “Al comenzar la jornada hay que ver que arranquen las líneas eléctricas y que le dan corriente a toda la maquinaria. Es necesario conservarlas en perfecto estado, pues lo importante es no detener el flujo de trabajo, que nada se detenga”.

De esta manera, el grupo implementa acciones preventivas y de mantenimiento para mejorar los procesos de producción. Estas medidas implican desde cambios de aceite y limpieza, hasta desarmar por completo la maquinaria.

Sergio tiene 16 años de antigüedad; comenzó a laborar como operario, continuó como distribuidor y aprendió mecánica sobre la marcha, ya incorporado a esa área. Enfatiza que por parte de la empresa se preocupa por la capacitación constante de su personal, por lo que ha recibido diversos cursos que le han permitido aprender los procesos e irse perfeccionando.

Recuerda que aprendió el oficio de la costura a los 14 años, debido a que su padre tenía un taller donde aprendió también a cortar bolsas y mochilas.

Ahora, reconoce, ha tenido un crecimiento tanto personal como laboral, ya que no sólo ha recibido capacitación sobre el mantenimiento de las máquinas, si no que se ha desenvuelto en áreas como protección civil –actualmente es brigadista de la empresa- e, incluso, ha mejorado sus relaciones interpersonales con cursos sobre inteligencia emocional.

Por otro lado, habla sobre los avances tecnológicos que han permitido a los trabajadores operar nuevos equipos que sustituyen a las máquinas ya obsoletas. En este sentido, la empresa se ha modernizado, y los empleados se han adaptado a estos cambios a través de la misma capacitación, señala.

Finalmente, como padre de familia, Sergio agradece a la empresa la estabilidad económica que ha adquirido, así como la oferta educativa que la misma compañía le ha proporcionado, por medio del programa impartido por el Centro de Educación Básica para Adultos (CEBA).

“Yo sólo terminé mi primaria, y aquí hace unos meses, hubo la oportunidad de terminar la secundaria”, concluye.

[b]El mecánico debe analizar[/b]

Freddy Can Che también es empleado del área, y con 25 años de experiencia en mecánica, dentro de la industria textil, nos cuenta su experiencia en Ganso Azul.

“Desde los 16 años empecé a trabajar y me gusta el trabajo; todos los días aprendes algo, las máquinas van cambiando, se renuevan y aprendes mucho de eso”.

La tarea del mecánico, detalla Freddy, tiene que ver con el análisis, “más que la máquina, ochenta por ciento se trata de analizar y el otro veinte es trabajo mecánico”. Esa tarea que se complementa con el uso de manuales, refiere.

Freddy ha colaborado con diversas empresas, y en su experiencia reconoce que Ganso Azul -donde labora desde hace 16 años- es una empresa que sobresale por su modernidad. “Lo que distingue a Ganso Azul es la tecnología, hay máquinas más modernas, hay más sistemas electrónicos”.

Al igual que Sergio, Freddy coincide en que la compañía le ha ayudado a su desarrollo laboral y personal. Además, subraya, como empleados se les da la libertad de implementar nuevos procesos para mejorar la producción, tenemos la oportunidad de ser creativos y proponer nuevos formas de hacer las cosas.