Pruebas de VIH en Unasse a metas internacionales

Texto y foto: Katia Rejón
La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Viernes 13 de julio, 2018

Como parte de la estrategia nacional promovida por el Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH y el sida (Censida), en conjunto con organizaciones se crean centros comunitarios para la detección oportuna de tres enfermedades de transmisión sexual presentes en el país: el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), la sífilis y la hepatitis C de forma gratuita, a través de exámenes rápidos.

En Yucatán, la Unidad de Atención Sicológica, Sexológica y Educativa para el Crecimiento Personal A.C. (Unasse) lleva 20 años trabajando en pro de la educación sexual y los derechos reproductivos, siendo pionera en el estado de Yucatán en los mismos temas y forma parte de uno de los centros comunitarios para la detección oportuna.

“Para lograr una sociedad más igualitaria damos asesoría legal, asesoría sicológica, pláticas y talleres sobre salud sexual y derechos reproductivos”, afirmó en entrevista Gerardo Cabrera Roselis, coordinador del Centro Comunitario de Detección.

Este es el segundo año consecutivo en el que realizan los exámenes para detectar estas enfermedades y se alinean a las metas internacionales del 90-90-90,un objetivo de tratamiento que pretende reducir la epidemia del VIH para el 2030 y acabar con el Sida. Los objetivos son: Que en 2020 el 90 por ciento de las personas que viven con el VIH conozcan su estado serológico respecto al VIH, el 90 por ciento de las personas diagnosticadas con el VIH reciban terapia antirretrovírica continuada y que el 90 por ciento de las personas que reciben terapia antirretrovírica tengan supresión viral.

De acuerdo con Cabrera Roselis, en México hay 132 mil personas con VIH y un alto porcentaje desconoce su situación. En Unasse las personas pueden ir para hacerse una evaluación de riesgo, les imparten una plática introductoria sobre la prueba y las ETS, se les aplica la prueba y en dos minutos se conoce el resultado.

“En caso de que la prueba resulte reactiva, es decir, que sí tengan el virus, les damos una posconsejería para ayudarlos a comprender las implicaciones del resultado. Los acompañamos al servicio de salud para realizarse una prueba confirmatoria y no los soltamos hasta que ya iniciaron su tratamiento”, agregó.

Las pruebas que realizan en la asociación corresponden a pruebas de tercera y cuarta generación, a diferencia de la Secretaría de Salud que utiliza sólo de tercera generación, es decir, los pacientes deben esperar tres meses después de la actividad sexual de riesgo para un diagnóstico correcto. En el caso de la cuarta generación, el periodo de espera se reduce a 21 días.

Cabrera destacó que el año pasado el porcentaje de pruebas positivas fue de 5 por ciento, en comparación con este año que iniciaron la campaña a finales de mayo y llevan menos del 1 por ciento de casos postivos. Agregó que también trabajan con grupos de personas transgénero, trabajadoras sexuales y homosexuales, poblaciones donde las actividades de riesgo son mayores.

“Mientras no generemos una cultura que perciba la enfermedad como un riesgo, el virus seguirá presente. Es una infección que está aquí, y puede ocurrirle a cualquier persona, pero si se detecta de manera oportuna, la calidad de vida es mejor”, finalizó.