Feliz al tocar una barra de ballet

Gloria Serrano
Foto: Rodrigo Díaz Guzmán
La Jornada Maya

Jueves 13 de agosto de 2015

Comienza con el plano abierto de cierta ciudad, por la noche; nada particular, nada que anticipe el estruendo interior que causará en los espectadores. A esta toma la acompaña un agudo y nostálgico sonar de violines. Se aprecia un edificio blanco de estilo moderno. Melancólicos, tristes, los violines siguen haciendo lo suyo mientras la imagen se desvanece para que aparezca un escenario vacío que -como todo plató cuando no es ocupado para escenificar la vida- por el momento luce gris, apagado, sombrío. Lo que le sigue no se puede nombrar ni describir porque es magia y la magia hay que verla con los propios ojos. Es [i]Pina[/i], el documental sobre la coreógrafa de danza contemporánea Pina Baush, escrito, producido y dirigido por Wim Wenders.

“Tú mereces ser”, decía [i]Pina[/i] a sus bailarines. Ahora, en Mérida, se encuentra el tapatío Isaac Hernández, bailarín principal del English National Ballet de Inglaterra, quien vino a esta ciudad para decir lo mismo a los yucatecos: Tú mereces ser. Ayer, durante la conferencia de prensa en el centro municipal de danza, organizada por la dirección de cultura en coordinación con Soul Arts Productions para informar de las actividades que llevará a cabo en la capital yucateca, Isaac, bailarín desde los ocho años, habló del arte como una inversión a futuro y dijo estar muy contento de que se lleve a cabo, por primera ocasión, el Merida Pirouetteando Ballet Workshop, taller de danza contemporánea a cargo del maestro Héctor Hernández, Director Artístico y Académico, y padre de Isaac.

Isaac manifestó sentirse realmente feliz al tocar una barra de ballet. “El ballet me cambió la vida y me formó como persona. Por eso quiero transmitir lo que he aprendido en estos 15 años de carrera, para que muchos más puedan ser tan felices como yo lo he sido. No pretendo que todo México baile ballet, pero sí que todo México se acerque a la cultura, a la música, al teatro”, y agregó: “El ballet da plena libertad al cuerpo y quiero que otros jóvenes sientan esa misma libertad. Con este taller logré realizar en 5 años lo que a otros les toma 10 años o más”.

El profesor Héctor Hernández indicó que el objetivo de este taller y de la visita en general, es hacer que el arte florezca. “La intención es fundamentar las bases del ballet y trabajar en el aspecto físico para moldear el cuerpo. El ballet permite el más alto desarrollo humano, forma en el aspecto físico y mental”, comentó. Por su parte, el antropólogo Irving Berlín Villafaña, director de cultura del ayuntamiento de Mérida, mencionó que “para esta administración es un honor contar con la presencia de dos grandes representantes de la danza en México. Cuando se creó este centro nos propusimos algún día tenerlos aquí y hoy es la fecha”.

Con tan solo 25 años y habiendo obtenido los primeros lugares y diversos reconocimientos especiales en competencias de ballet a nivel internacional, este joven, de madurez y humildad notorias, enfatizó que el arte es lo que permite reconocernos como humanidad. “Al pasar por migración y mostrar mi pasaporte con sellos de todo el mundo, siempre me preguntan a qué me dedico. Yo respondo que soy bailarín profesional, pero de nuevo insisten asombrados, ¿a qué te dedicas realmente? Mi historia la he hecho con dos pedazos de trapo, mis zapatillas”.

Al finalizar la reunión con los medios, Isaac Hernández ofreció una Clase Magistral para practicar algunos movimientos con un reducido grupo de participantes y, por la tarde, la conferencia “Vivir con propósito”. Isaac, como Pina, comprende a la perfección el valor de las artes para romper las inercias de una sociedad que sufre la violencia, para sembrar semillas de creatividad en niños y jóvenes, para, en fin, que cada individuo se diga a sí mismo “merezco ser”. El Mérida Pirouetteando Ballet Workshop, se desarrolla en las instalaciones del Centro Municipal de Danza con cerca de 30 alumnos, en su mayoría mujeres, y concluirá el próximo sábado 15 de agosto.