Armando G. Tejeda, corresponsal
La Jornada Maya

Barcelona, España
Viernes 18 de octubre, 2019

El quinto día de las movilizaciones en Cataluña por la sentencia de Tribunal Supremo que condenó a nueve líderes independentistas a penas de cárcel mostró las dos caras del movimiento secesionista; una amplía mayoría marchó de forma pacífica y reivindicativa por las calles de la ciudad, cifrada en 525 mil personas, mientras que otro sector minoritario pero numeroso protagonizó graves disturbios en el centro de la ciudad.

El gobierno español informó que desde el inicio de las protestas se han registrado 128 detenciones y hay 207 agentes policiales heridos, uno de ellos de gravedad.

Desde el lunes, cuando se dio a conocer la sentencia del tribunal español contra los dirigentes que impulsaron y ejecutaron la declaración unilateral de independencia fallida de octubre de 2017, el movimiento independentista ha respondido en las calles. Con indignación, con protestas reivindicativas, la mayoría pacíficas, y con una serie de exigencias irrenunciables: el indulto o la amnistía para sus dirigentes encarcelados y el respeto al derecho de autodeterminación. El colofón a las protestas fue la huelga general de esta jornada y una multitudinaria manifestación en las calles de Barcelona, que congregó según la policía municipal a más de 525 mil personas.

El mismo día que se dio a conocer la sentencia, los Comités de Defensa de la República (CDR´s) se pusieron al frente de las protestas. El primer movimiento fue el bloqueo de la Terminal 1 del Aeropuerto del Prat, de Barcelona, que provocó el colapso de la ciudad y de las calles aledañas a la infraestructura, la cancelación de más de 100 vuelos y también las primeras cargas policiales para repeler la ofensiva de los manifestantes. De ese día se registraron los dos heridos más graves hasta ahora: un joven de 22 años que perdió un ojo por el impacto de una pelota de goma y otro ciudadano, de 35 años, que sufrió lesiones graves en un testículo.

El siguiente paso de las movilizaciones fue marchar en las principales ciudades para bloquear las calles, cerrar carreteras y estaciones de tren. Además, el pasado martes, miles de jóvenes intentaron atacar las principales sedes del gobierno español en la región, sobre todo el edificio de la Delegación del Gobierno en Barcelona. Esa noche se registraron varias batallas campales en la capital catalana, pero también en Lleida, Girona y Tarragona. Y la primera noche en la que la ciudad quedó en llamas por más de un centenar de barricadas de fuego que encendieron los jóvenes manifestantes. Al día siguiente, el miércoles pasado, intentaron llegar hasta la consejería de Interior del gobierno catalán, en lo que fue quizá la noche con más altercados y violencia.

Entre las numerosas protestas masivas y pacíficas destacaron la huelga estudiantil de tres y las llamadas “marchas por la libertad”, que consistieron en largas caminatas de más de 100 kilómetros que realizaron miles de personas y desde cinco puntos distintos de la región para confluir en Barcelona en la manifestación este viernes.

Además que coincidió con la huelga general, un paro laboral que tuvo un seguimiento desigual y que sobre todo se destacó en el sector educativo y en la burocracia autonómica.

En la multitudinaria manifestación más de medio millón de personas recorrió las calles de la ciudad en un tono reivindicativo y festivo, siempre insistiendo en la liberación de los “presos políticos” y en el fin de la “represión” por parte del Estado español. Durante la marcha también se leyeron mensajes de los presos y se reclamó el respeto al derecho de autodeterminación.

Pero, a la misma hora y en otro punto de la ciudad, se registraron de nuevo duros enfrentamientos entre manifestantes independentistas y agentes antidisturbios, en donde hubo estampidas de miles de personas, barricadas de fuego y el sonido incesante de los disparos de las pelotas de goma, los gases lacrimógenos, las sirenas y el rugir del helicóptero que sobrevolaba la zona. El principal centro de batalla se situó en la Vía Laitena, a un costado de la céntrica Plaza Cataluña, y donde se encuentra la Jefatura Superior de la Policía Nacional en Barcelona, se convirtió en un escenario de guerra.

El saldo provisional es de 12 personas detenidas, dos de ellos menores de edad, y 19 heridos, uno de ellos policía y el otro un electricista que salía de trabajar y recibió el impacto de una piedra de adoquín.

Desde Madrid, el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, informó que en lo que va de las protestas desde el pasado lunes se han registrado 128 detenidos, cinco de ellas en prisión sin fianza, y hay 207 agentes policiales heridos, uno de ellos se encuentra grave después de haber quedado inconsciente tras sufrir un golpe en la cabeza, y hay 107 vehículos policiales con daños. El ministro español advirtió además que “vamos a aplicar al independentismo violento el Código Penal con toda contundencia, ya que también se está vulnerando el derecho a la información con las agresiones a los periodistas”.

Por último, el juez de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, ordenó a la Guardia Civil el cierre y la investigación de la web “Tsunami Democratic”, por supuestos delitos de “terrorismo” por su presunta responsabilidad en el bloqueo del aeropuerto y en otros actos de protesta de los últimos días.


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