La Jornada Maya
Hecelchakán, Campeche.
20 abril, 2015
Decenas de aficionados entraron en pánico y se arrojaron al ruedo de la plaza de toros en el momento en que el diestro, Arturo Macías, se enfrentaba al toro bautizado como “Maicero”, de más de 500 kilos de peso, en el improvisado coso del poblado de Hecelchakán, donde se llevaba acabo su feria anual taurina. Eran las 19:45 horas.
Debido al sobrepeso, las maderas cruzadas con huano, crujieron. Al escuchar ese estruendo en los palcos, los aficionados se llevaron el susto de su vida y saltaron y en pocos segundos invadieron la arena , donde los subalternos de los matadores , sorprendidos de la acción, los auxiliaron mientras el matador hacia las lides necesarias para que el toro lo siguiera y no a los asiduos. Arturo Macías “El cejas”, se apresuró a matar al astado. Era domingo.
El presidente de los “palqueros”, Roberto Dzul Chi, inspeccionó las gradas, a fin de encontrar el origen del estruendo. Una vez que se constató que los riesgos, aparentemente, no eran tales, la corrida continuó con las faenas de Antonio García “El Chihuahua”. Sin embargo, numerosas personas optaron por retirarse del lugar pues temían que el coso de tablas y huano se desplomara, como ocurrió hace dos años en el pequeño puerto de Seybaplaya, donde hubo decenas de lesionados. El Comité de Protección Civil, brilló por su ausencia y no hubo tragedia que lamentar, por ahora.
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