Hubert Carrera Palí
Foto: Raúl Angulo Hernández
La Jornada Maya
San Francisco de Campeche
Domingo 12 agosto, 2018
Agoniza la lengua madre como consecuencia de la falta de escuelas bilingües en la entidad, aseguró el investigador maya Nehemías Chi Canché, al establecer que la sociedad de la información está dejando sin legado y cultura a los pueblos autóctonos del país, si no se instituyen programas de rescate, en un plazo no mayor de 30 años la lengua maya pasará a la historia, porque cada día son más las personas que reniegan de su condición de indígena y no les interesa aprender su lengua materna afirmó.
Detalló que de 350 comunidades que existen en el estado donde se habla la lengua maya, sólo el 50 por ciento de la población lo hace, en su mayoría gente adulta, añadió que sólo el 5 por ciento de los jóvenes hablan actualmente su lengua materna como consecuencia de la modernidad, así como de la falta de espacios donde se promueva su lectura y por supuesto, de la negación de sentirse indígena.
Consideró que se llevan acabo esfuerzos institucionales para el rescate de la cultura, las tradiciones y en especial la lengua maya, es difícil que las organizaciones no gubernamentales promuevan su identidad, debido a los intereses de los grupos oficiales que cuentan con suficiente subsidio afirmó investigador.
Sin embargo creo que la promoción de la lengua maya es un asunto que no se caracteriza por poseer tintes políticos sino de rescatar la cultura, las tradiciones e identidad de un pueblo, comentó que la lengua maya se habla con más frecuencia en el Camino Real, sin embargo a medida que avanza la modernidad y otros tipos de cultura, todo se está tergiversando y acabando con el patrimonio que nos da identidad.
Jueza adscrita al penal estatal de Chalco amplió a octubre la etapa del cierre de investigación
La Jornada
Unos 3 mil productores serán beneficiados con sistemas modernos y eficientes
La Jornada Maya
Robert De Niro recibirá una Palma de Oro honorífica en el evento
Ap / Afp
Amenazó con suspender bienes y salarios a los más de 10 millones de indocumentados
La Jornada