Foto: Rodrigo Díaz Guzmán
La Jornada Maya
Moscú, Rusia
Sábado 7 de diciembre, 2019
La capacidad de nuestros lejanos antepasados de procesar el alcohol les ayudó en una batalla por la supervivencia contra especies de monos rivales, afirman científicos.
Un antepasado común de los humanos y otros grandes simios que vivieron hace unos 10 millones de años adquirió una tolerancia al alcohol en el proceso de la evolución, una adaptación genética que le permitió descomponer el etanol, compuesto químico del alcohol.
En un nuevo libro, llamado Alcohol y humanos: un asunto largo y social, la doctora Kim Hockings y el doctor Robin Dunbar argumentan que esta habilidad ayudó a nuestros antepasados simios africanos en una batalla por la supervivencia contra especies de monos rivales.
Les permitía comer frutas sobremaduradas y fermentadas que habían caído al suelo, algo que otros monos rivales no podían hacer.
"Incluso hoy en día vemos grandes simios comiendo fruta fermentada e incluso bebiendo vino de palma", señala la doctora Hockings, de la Universidad de Exeter, citada por AurekAlert.
Según la científica, resulta complicado explicar por qué lo hacen, pero "esto refleja la compleja historia de nuestra propia relación con el alcohol".
Los autores observan que el nivel de alcohol en la fruta caída suele ser de entre un 1 por ciento y 4 por ciento, como el de una cerveza débil, pero gran parte del alcohol que consumen los seres humanos hoy en día es mucho más fuerte.
El alcoholismo de los seres humanos, según los científicos, no es solo un problema médico, sino que forma parte del "tejido social de muchas sociedades humanas, tanto del pasado como del presente".
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