Afp
Foto: Ap
La Jornada Maya
La Valeta / París
Viernes 3 de febrero, 2017
El ataque de un hombre armado con un machete contra soldados en el Carrusel del Louvre, en París, es un recordatorio de que la amenaza yihadista sigue, declaró este viernes el presidente francés, François Hollande, que asiste a una cumbre de la UE en Malta.
"La amenaza sigue, tenemos que enfrentarla" dijo Hollande, para quien "el carácter terrorista del ataque no deja muchas dudas". Tras haber logrado herir levemente a uno de los militares, el agresor fue herido grave por disparos de otro de los soldados.
La policía francesa realizaba este viernes por la tarde un allanamiento en el centro de París tras el ataque a militares cometido horas antes en el Carrusel del Louvre, informó una fuente cercana a la investigación.
Un hombre armado con un machete atacó este viernes por la mañana a militares al grito de "Allahu Akbar" (Dios es el más grande) en el Carrusel del Louvre, una galería subterránea con numerosas tiendas y restaurantes abierta al público en general y por la que también se puede acceder al museo.
El atacante, que resultó gravemente herido de bala, se encontraba hospitalizado en estado crítico.
Uno de los militares resultó herido levemente en la cabeza.
El museo del Louvre volverá a abrir mañana sábado, indicó la ministra francesa de Cultura, Audrey Azoulay.
"El museo fue cerrado esta tarde por seguridad, volverá a abrir mañana", declaró la ministra en una conferencia de prensa en el Louvre.
Francia se encuentra en estado de alerta máxima tras una ola de atentados yihadistas que dejó 238 muertos y centenares de heridos desde el 7 de enero de 2015.
Militares uniformados patrullan cada día las calles de la capital francesa y sus principales atracciones turísticas.
Jueza adscrita al penal estatal de Chalco amplió a octubre la etapa del cierre de investigación
La Jornada
Unos 3 mil productores serán beneficiados con sistemas modernos y eficientes
La Jornada Maya
Robert De Niro recibirá una Palma de Oro honorífica en el evento
Ap / Afp
Amenazó con suspender bienes y salarios a los más de 10 millones de indocumentados
La Jornada