Conocida por su cabello corto y su gesto característico de formar un corazón con las manos, se convirtió en un símbolo aún mayor de resistencia cuando las autoridades bielorrusas intentaron deportarla en septiembre de 2020. Trasladada a la frontera ucraniana, se separó brevemente de las fuerzas de seguridad en la frontera, rompió su pasaporte y regresó a Bielorrusia.
La flautista profesional de 43 años fue condenada en 2021 por cargos que incluyen conspiración para tomar el poder y sentenciada a 11 años de prisión.
Otros liberados
Entre los demás presos liberados, según Viasna, se encontraba Viktar Babaryka, una figura de la oposición que había intentado desafiar a Lukashenko en las elecciones presidenciales de 2020, consideradas ampliamente como fraudulentas, antes de ser condenado y sentenciado a 14 años de prisión por cargos que rechazó, calificándolos como políticos.
Viasna informó que los defensores encarcelados del grupo, Valiantsin Stefanovic y Uladzimir Labkovich, y la prominente figura de la oposición Maxim Znak también fueron liberados. Pero luego señaló que estaba aclarando su informe sobre la liberación de Stefanovic; por su parte, Bialiatski dijo a la AP que Stefanovic no había sido liberado, aunque espera que lo sea pronto.
La mayoría de los presos liberados fueron enviados a Ucrania, dijo a la AP Franak Viachorka, asesor principal de Tsikhanouskaya. Ocho o nueve más, entre ellos Bialiatski, estaban siendo trasladados a Lituania el sábado, y otros prisioneros serán llevados al país báltico en los próximos días, dijo Viachorka.
Las autoridades ucranianas confirmaron que Bielorrusia había entregado a 114 civiles, entre ellos, cinco ciudadanos ucranianos. Los ciudadanos bielorrusos liberados “a su solicitud” y “después de recibir el tratamiento médico necesario” serán llevados a Polonia y Lituania, dijeron.
La secretaria de prensa de Lukashenko, Natalya Eismont, dijo que los liberados fueron enviados a Ucrania porque Kiev liberaría a varios ciudadanos bielorrusos y rusos encarcelados como parte del acuerdo, aunque las autoridades ucranianas aún no han confirmado la afirmación.
Lukashenko desea un acercamiento con Occidente
La última vez que funcionarios estadunidenses se reunieron con Lukashenko fue en septiembre de 2025, cuando Washington anunció el alivio de algunas sanciones al tiempo que Minsk liberaba a más de 50 prisioneros políticos, que fueron enviados a Lituania. En total, Bielorrusia ha sacado de prisión a más de 430 presos políticos desde julio de 2024, en lo que se ha considerado un esfuerzo de acercamiento a Occidente.
“La liberación de prisioneros políticos significa que Lukashenko entiende el dolor de las sanciones occidentales y busca aliviarlas”, dijo el sábado a la AP Tsikhanouskaya, la líder opositora.
“Pero no seamos ingenuos”, agregó. “Lukashenko no ha cambiado sus políticas, su represión continúa y sigue apoyando la guerra de Rusia contra Ucrania. Por eso debemos ser extremadamente cautelosos con cualquier conversación sobre el alivio de sanciones, para no reforzar la máquina de guerra de Rusia y fomentar continuas represiones”.
Sanciones asestan duro golpe al principal producto de exportación de Bielorrusia
Bielorrusia, que anteriormente representaba alrededor del 20 por ciento de las exportaciones mundiales de fertilizantes de potasio, ha enfrentado una drástica reducción de envíos desde que las sanciones occidentales afectaron al productor estatal Belaruskali y cortaron el tránsito a través del puerto de Klaipeda en Lituania, la principal ruta de exportación del país.
“Las sanciones de Estados Unidos, la UE y sus aliados han debilitado significativamente la industria del potasio de Bielorrusia, privando al país de una fuente clave de ingresos en divisas y acceso a mercados clave”, detalló a la AP Anastasiya Luzgina, analista del Centro de Investigación Económica de Bielorrusia BEROC.
Durante la más reciente ronda de reuniones se abordó también la situación en Venezuela, así como la invasión rusa de Ucrania, según Belta.
Coale dijo a reporteros que Lukashenko había dado “buenos consejos” sobre cómo abordar el conflicto y apuntó que el presidente bielorruso y su homólogo ruso, Vladímir Putin, eran “amigos desde hace mucho tiempo” con “el nivel de relación necesario para discutir esas cuestiones”.
El funcionario estadunidense dijo a la AP que “el avance continuo en las relaciones entre Estados Unidos y Bielorrusia” también requiere pasos para resolver las tensiones entre ese país y la vecina Lituania, que es miembro de la UE y la OTAN.
El gobierno lituano declaró esta semana una emergencia nacional por los riesgos de seguridad que representan los globos meteorológicos enviados desde Bielorrusia. Los artefactos obligaron a Lituania a cerrar repetidamente su principal aeropuerto, dejando varadas a miles de personas.
Edición: Fernando Sierra