El presidente de Armenia, Armen Sarkissian, anunció su dimisión el domingo, quejándose de que su cargo no tiene poderes suficientes para ser un jefe de Estado efectivo.
El Parlamento eligió como presidente a Sarkissian en 2018, cuando Armenia atravesaba una transición de un sistema de gobierno presidencial a uno parlamentario.
El presidente saliente Serzh Sargsyan lo recomendó para el puesto.
"Lo he pensado durante un largo tiempo y he decido dimitir del cargo de presidente de la República después de cuatro años de trabajo", afirmó en un comunicado recogido por la agencia de noticias Armenpress.
Sarkissian destacó que no se trata de una decisión "emocional", sino que procede de una "cierta lógica": "El presidente no tiene las herramientas necesarias para influir en los procesos radicales de la política interior y exterior en este momento tan difícil", argumentó.
En su declaración de renuncia, Sarkissian dijo cuando decidió asumir el cargo “me apoyé en la propuesta que me hicieron, según la cual la nueva institución presidencial tendría herramientas, oportunidades para influir en la política exterior, económica, de inversión”.
Pero, “el presidente no tiene las herramientas necesarias”, agregó.
Bajo el sistema de gobierno iniciado en 2018, el puesto de jefe de Estado es principalmente ceremonial.
Después de que Sarkissian asumió la presidencia del país, Sargsyan fue nombrado primer ministro. Pero esa acción provocó protestas multitudinarias y renunció una semana después.
El líder de las protestas, Nikol Pashinyan, se convirtió en primer ministro.
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