China anunció el lunes más maniobras militares en torno a Taiwán mientras el presidente de la isla recibía a miembros de una nueva delegación de congresistas estadunidenses, en una nueva muestra de apoyo de legisladores de EU a la isla autogobernada, que China reclama como parte de su territorio.
También ha enviado aviones de combate y buques militares al otro lado de la línea central del estrecho de Formosa, que ha sido durante mucho tiempo una separación entre dos regiones divididas en la guerra civil de 1949. China considera los contactos formales entre políticos estadunidenses y el gobierno de la isla como apoyo a su independencia de Beijing.
Estos nuevos simulacros en los cielos y aguas en torno a Taiwán, pretender servir como “una respuesta decidida y una disuasión solemne contra la colusión y la provocación entre Estados Unidos y Taiwán”, según el Ministerio de Defensa de China.
Los ejercicios chinos de las dos semanas anteriores hicieron que Taiwán pusiera a su ejército en alerta, aunque la población los recibió principalmente con actitud de desafío y apatía.
China dice que quiere utilizar medios pacíficos para llevar a Taiwán bajo su control, pero su reciente demostración de fuerza ha hecho hincapié en la amenaza militar.
En tano, acusa a Estados Unidos de alentar a las fuerzas de independencia en Taiwán al vender equipamiento militar a la isla y tratar con sus autoridades. Washington dice que no apoya la independencia de Taiwán, pero que sus diferencias con China deben resolverse por medios pacíficos.
El Partido Comunista, que gobierna China, mantiene que prefiere que Taiwán se una a China de forma pacífica, pero que no descarta el uso de la fuerza si es necesario. Las dos partes se separaron durante una guerra civil en 1949 en la que los comunistas tomaron el control de China y los nacionalistas derrotados se retiraron a la isla de Taiwán.
Medios taiwaneses mostraron la llegada de la delegación estadunidense conformada por cinco congresistas para una reunión con el presidente chino, aunque en un primer momento no se publicaron detalles sobre el encuentro.
El grupo visitante está liderado por el senador demócrata Ed Markey, de Massachusetts, y tenía previsto reunirse con otros representantes del gobierno y el sector privado.
A éste le acompañan la representante republicana Aumua Amata Coleman, delegada de la Samoa estadunidense, y John Garamendi y Alan Lowenthal, de California, y Don Beyer, de Virginia.
Se esperaba que las conversaciones girasen en torno al alivio de las tensiones en el Estrecho de Taiwán e inversiones en el crucial sector taiwanés de los semiconductores.
La visita se produjo menos de dos semanas después de que la presidenta de la Cámara de Representantes, Estados Unidos, Nancy Pelosi, visitara Taiwán, lo que provocó varios días de amenazantes ejercicios militares de China, que incluyeron el lanzamiento de misiles por encima de la isla y al Estrecho de Taiwán.
Un funcionario destacado de la Casa Blanca ocupado de política en Asia dijo la semana pasada que China había aprovechado la visita de Pelosi como pretexto para lanzar una campaña intensificada de presión contra Taiwán, lo que ponía en peligro la paz y la estabilidad al otro lado del Estrecho de Taiwán y en la región en su conjunto.
“China ha exagerado y sus acciones siguen siendo provocativas, desestabilizadoras y sin precedentes”, dijo Kurt Campbell, vice asistente del presidente, Joe Biden, en una llamada con periodistas.
“Ha intentado ignorar la línea central entre la República Popular China y Taiwán, que ha sido respetado por ambas partes durante más de 60 años como figura de estabilización", dijo.
Edición: Ana Ordaz
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