Durante cinco meses, cuatro mujeres de Reino Unido se encargarán de la oficina de correos de una isla remota en la Antártida y tendrán la misión de monitorear a los aproximadamente mil 500 pingüinos que ahí habitan.
Sin electricidad, sin un inodoro, a cientos de kilómetros de distancia de la población más cercana, Mairi Hilton, Lucy Bruzzone, Clare Ballantyne y Natalie Corbett cumplirán las funciones de administración del lugar. Una de ellas será líder de la base, otra será jefa de correos, la tercera realizará las labores de monitoreo de vida silvestre y una más se encargará de la tienda.
Las cuatro mujeres vencieron a los casi 6 mil aspirantes que aplicaron para ganar la vacante y que ofrece como principal atractivo la tarea de contar pingüinos a la luz del día en Puerto Lockroy, una parada del islote Goudier en la Antártida.
Las seleccionadas trabajarán de forma remunerada para la organización Fondo del Patrimonio Antártico del Reino Unido, que se encarga de promover el cuidado de la Antártida.
Actualmente, el lugar es un punto turístico que no ha recibido visitas desde que comenzó la pandemia, pero su temporada más alta es entre noviembre y marzo, para lo cual las cuatro mujeres estarán preparadas.
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Rafael Robles de Benito
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La Jornada Maya