Tras una serie de estudios especializados en los restos que se encontraban al interior de dos sarcófagos de plomo descubiertos bajo la catedral de Notre Dame, arqueólogos lograron identificar a quiénes pertenecían las tumbas.
Se trata de dos hombres que vivieron en épocas diferentes y cuyos sarcófagos fueron enterrados debajo de la catedral, una práctica común en la época medieval y en la moderna, aunque el entierro en plomo estaba reservado para las élites.
Los sarcófagos de plomo fueron descubiertos tras el incendio de la catedral francesa ocurrido en abril de 2019. En ese momento, arqueólogos anunciaron que los féretros tenían varios siglos enterrados.
El Instituto Nacional de Francia de Investigaciones Arqueológicas Preventivas (INRAP) informó que una de las tumbas pertenece a Antoine de la Porte, un hombre que murió en 1710 a los 83 años.
De la Porte era un rico prelado en cuyo sarcófago se colocaron tres medallas con su efigie representándolo de perfil.
Especialistas de la Universidad de Toulouse analizaron con tecnología de punta ambos cadáveres. Del segundo sólo alcanzaron a identificar que se trataba de un hombre a quien apodaron El Jinete, debido a que sus huesos pélvicos sugieren que cabalgaba continuamente.
El ataúd contenía numerosos restos de hojas y flores a la altura del cráneo y del abdomen. El hombre fue embalsamado antes de morir y se estima que falleció entre los 25 y 40 años.
Para llegar a estos resultados, los científicos usaron ropa de protección y tecnología como escáner y rayos X. Estos instrumentos les ayudaron a determinar que dos féretros eran diferentes en forma, método de montaje e incluso en la composición del plomo.
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