Encuentran 38 esqueletos decapitados de hace 7 mil años en Eslovaquia

Encimados uno sobre otro y todos sin cabeza, con la excepción de lo que parece ser un niño, fueron encontrados 38 esqueletos en un asentamiento rico en fósiles del periodo neolítico en Eslovaquia.

Investigadores consideran que puede tratarse de una fosa común de alrededor de siete mil años de antigüedad.

Esta teoría surge debido a que los restos se encontraban dispersos, lo que indica que no fueron depositados con cuidado.

“Más bien, la posición sugiere que la mayoría fueron arrojados o rodados a la zanja”, señaló la Universidad Christian-Albrechts de Kiel, Alemania.

Además, destaca que el único esqueleto que contaba con cabeza era uno de tamaño infantil, como de un niño pequeño, por lo que han surgido diversas incógnitas acerca del origen de este entierro múltiple.

Los científicos explican que en Vráble, Eslovaquia, lugar donde se encontraron los esqueletos decapitados, se ha comprobado una densidad de población extraordinaria para la época, por lo que no se descarta la posibilidad de que simplemente arrojaran los cadáveres a un agujero.

Este asentamiento neolítico tenía al menos 313 casas en tres pueblos cercanos entre sí y se ha comprobado que hasta 80 casas estaban habitadas al mismo tiempo.

Los esqueletos estaban repartidos en un área de unos 15 metros cuadrados, pero se desconoce si la decapitación ocurrió antes o después de la muerte.

Arqueólogos investigarán si las personas murieron al mismo tiempo, cuál fue la causa de muerte, qué edad tenían e incluso si llevaban una dieta similar para responder algunas de las preguntas que surgen en torno a este entierro múltiple.

"Puede parecer razonable sospechar una masacre que involucre sacrificios humanos, tal vez incluso relacionada con creencias mágicas o religiosas. Los conflictos armados también pueden desempeñar un papel, por ejemplo, los conflictos entre las comunidades de las aldeas, o incluso dentro de este gran asentamiento. ¿Estas personas fueron víctimas de cazadores de cabezas o sus congéneres practicaban un culto especial a la muerte que no tenía nada que ver con la violencia interpersonal? Hay muchas posibilidades y es importante estar abierto a nuevos conocimientos e ideas”, destacó María Wunderlich, líder de la investigación.
 

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