En el permafrost, a mil 300 kilómetros del Círculo Polar Ártico, existe una bóveda capaz de resguardar con seguridad miles de semillas de todo el mundo para garantizar el suministro de alimentos en un futuro.
La Bóveda Global de Semillas de Svalbard, Noruega, es una estructura que actualmente alberga un millón 215 mil duplicados de semillas de maíz, arroz, trigo, lechuga, papa, berenjena, entre otros, con las condiciones adecuadas para que no exista ninguna amenaza para su supervivencia.
La creación de este espacio surge luego de que otros bancos de germoplasma se vieran afectados por catástrofes naturales, guerras, falta de financiación o fallas en su sistema.
Por su ubicación y su complicado -pero no imposible- acceso, este banco de semillas garantiza la protección de las muestras y evitará la extinción de las especies que ahí se encuentran aisladas en paquetes de aluminio de tres capas.
El permafrost y las rocas permiten que la temperatura de -18 grados necesaria para conservar este material se mantenga incluso sin electricidad.
La existencia de esta bóveda es una esperanza para salvaguardar la mayor cantidad posible de semillas del mundo para que las próximas generaciones puedan disfrutar de estos alimentos.
Los efectos serán a causa del contacto entre una vaguada sobre la península combinada con la humedad del mar Caribe
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