Hace cientos de años, los pergaminos escaseaban y las personas que deseaban plasmar textos importantes solían sobreescribir los manuscritos, lo que causó la pérdida de muchos textos en su versión original. Sin embargo, gracias a la tecnología, algunos de esos escritos pueden recuperarse, como el caso del Evangelio de Mateo, que estaba oculto en una traducción del Nuevo Testamento.
Usando luz ultravioleta, investigadores de El Vaticano encontraron una traducción siríaca del Evangelio de Mateo que data de alrededor de mil 750 años de antigüedad. Ésta es una de las traducciones más tempranas de los textos bíblicos.
Grigory Kessel, investigador de la Academia de Ciencias de Austria (ÖAW), explicó que no se trata de un evangelio nunca antes visto, sino de una traducción que no se había encontrado.
El especialista en escritura medieval dijo que este fragmento, que consta de dos páginas, pertenece al capítulo 12 del Evangelio de Mateo, que ya había sido traducido al griego.
La traducción siríaca es al menos un siglo más antigua que los manuscritos griegos más antiguos que se hayan conservado.
Una parte del texto recién descubierto dice "En ese momento, Jesús pasó por los campos de trigo en sábado; y sus discípulos tuvieron hambre y comenzaron a arrancar espigas, restregárselas en las manos y comérselas", de acuerdo con la ÖAW.
En la Edad Media era común borrar los textos para escribir encima del mismo papel, por lo que actualmente sólo es posible recuperar algunos fragmentos gracias a la tecnología como la fotografía UV.
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