Dos muertos en tiroteo antes del torneo de la Copa Mundial Femenina en Nueva Zelanda

Un hombre armado irrumpió el jueves por la mañana en un sitio de construcción de gran altura en el centro de Auckland, disparó contra trabajadores aterrorizados y mató a dos personas mientras Nueva Zelanda se preparaba para albergar partidos de la Copa Mundial Femenina de la FIFA.

El pistolero fue encontrado muerto después de un tiroteo policial, durante el cual un oficial resultó herido de bala. Cuatro civiles también resultaron heridos.

El tiroteo ocurrió cerca de los hoteles donde se alojaba el equipo de Noruega y otros equipos de fútbol.

El primer ministro de Nueva Zelanda, Chris Hipkins, dijo que el torneo se llevaría a cabo según lo programado.

“Claramente, con el inicio de la Copa Mundial de la FIFA esta noche, hay muchos ojos puestos en Auckland”, dijo Hipkins. “El gobierno habló con los organizadores de la FIFA esta mañana y el torneo se desarrollará según lo planeado”.

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“Quiero reiterar que no existe una amenaza más amplia a la seguridad nacional. Esto parece ser la acción de un individuo", señaló.

Hipkins dijo que el tirador estaba armado con una escopeta de corredera. La policía llegó a los pocos minutos de la primera llamada de emergencia y corrió hacia el peligro para salvar vidas, dijo.

“Este tipo de situaciones avanzan rápido y las acciones de aquellos que arriesgan sus vidas para salvar a otros son nada menos que heroicas”, comentó Hipkins.

El comisionado de policía Andrew Coster dijo que el hombre armado era un joven de 24 años que había trabajado anteriormente en el sitio de construcción y que la motivación del tiroteo parecía estar relacionada con su trabajo allí.

El atacante tenía antecedentes de violencia familiar y estaba cumpliendo una sentencia de arresto domiciliario, pero tenía una exención para trabajar en el sitio de Queen Street, señaló Coster.

El pistolero comenzó a disparar alrededor de las 7:20 am (hora de Nueva Zelanda) y la policía pronto invadió el área.

Se movió por el edificio disparando a la gente, dijo Coster, mientras muchos trabajadores huían o se escondían. Luego, el pistolero se atrincheró en el hueco de un ascensor en el tercer piso, añadió Coster, donde los oficiales tipo SWAT lo atacaron después de asegurar los pisos de arriba y de abajo.

Coster dijo que aún no estaba claro si la policía disparó al atacante o si se suicidó. Dijo que el tirador no tenía una licencia de armas y, por lo tanto, no debería haber estado en posesión de un arma.

Afuera, policías armados tenían el distrito de negocios comercial en fuerte cierre con calles acordonadas que rodean el área de la terminal de ferry del puerto turístico. La policía exigió que los transeúntes se dispersaran y ordenó a las personas dentro de sus edificios de oficinas que se refugiaran en el lugar.

Mundial programado

El incidente se produce cuando los equipos de fútbol y los fanáticos se reunieron en Nueva Zelanda para la Copa Mundial Femenina de la FIFA. El partido inaugural está programado para el jueves entre Nueva Zelanda y Noruega. Hipkins dijo que estaba evaluando si asistiría al partido según lo planeado.

La capitana del equipo de Noruega, Maren Mjelde, dijo que los compañeros de equipo se despertaron rápidamente cuando un helicóptero comenzó a sobrevolar la ventana del hotel.

“Nos sentimos seguros todo el tiempo”, dijo en un comunicado. “FIFA tiene un buen sistema de seguridad en el hotel y tenemos nuestro propio oficial de seguridad en el equipo. Todo el mundo parece tranquilo y nos estamos preparando normalmente para el partido de esta noche”.

Nueva Zelanda prohibió las armas de asalto en 2019, semanas después de que un hombre masacrara a 51 personas en dos mezquitas en la ciudad de Christchurch durante el peor tiroteo masivo de la nación.

En un esquema de recompra posterior, los propietarios de armas entregaron más de 50 mil rifles estilo AR-15 y otras armas de asalto a la policía.

La prohibición no incluye todas las armas semiautomáticas. Coster dijo que la escopeta del atacante no está en la lista de armas prohibidas.

Edición: Estefanía Cardeña