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Una particular máquina expendedora de chistes de la ciudad de Núremberg, en el sur de Alemania, que pertenecía al humorista alemán Oliver Tissot, fue robada, informó el artista, conocido por sus presentaciones en televisión.
La antigua máquina de venta de goma de mascar había sido adaptada por Tissot en 2018 y adosada al frente de su casa. En vez de golosinas, entregaba pequeñas cápsulas de plástico que contenían chistes a cambio de .21 dólares. El humorista contó que, sin que nadie se diera cuenta, la máquina fue retirada en la madrugada.
La policía confirmó que Tissot presentó una denuncia. El humorista pide información sobre el hecho y donaciones para comprar una nueva máquina.
Según comentó, la expendedora de chistes de Núremberg fue la primera de su tipo y fue imitada en todo el país, por ejemplo en la ciudad de Dortmund, pero también fueron montadas varias máquinas en hospitales.
Edición: Emilio Gómez
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