Bayer Leverkusen-Atalanta, la final de la Europa League

Afp y Efe

El Bayer Leverkusen estuvo cerca de sufrir su primera derrota de la temporada, pero empató “in extremis” ante la Roma (2-2) en su duelo de vuelta de las semifinales de la Europa League, donde los alemanes se clasificaron el jueves.

Después del triunfo por 2-0 en el Olímpico de Roma, todo parecía despejado para el Leverkusen, que, sin embargo, tuvo que emplearse a fondo para evitar el desastre.

La Roma llegó a ponerse 2-0 arriba en el marcador del BayArena, con dos tantos de penal marcados por el argentino Leandro Paredes (43, 66).

Esa ventaja dejaba la eliminatoria virtualmente igualada y camino a la prórroga, pero los alemanes pudieron acortar en el 82, con un tanto en contra de Gianluca Mancini.

Ese gol le permitía clasificarse, pero el equipo que entrena Xabi Alonso parecía encaminarse a su primera derrota de toda la campaña. Con la Roma volcada a la desesperada, puso el 2-2 definitivo el croata Josip Stanisic en el 90+7.

Son ya 49 los partidos, teniendo en cuenta todas las competiciones, en los que el Leverkusen se mantiene sin perder. Todos los de la actual temporada: 32 de Bundesliga, 5 en la Copa y 12 en Europa League.

El balance espectacular es ahora de 40 victorias y 9 empates.

En la Bundesliga es ya campeón matemáticamente, poniendo fin a once años de reinado del Bayern Múnich y logrando coronarse por primera vez en el torneo nacional.

Este mes puede traer dos títulos más, primero con la final de la Europa League, el próximo 22 en Dublín ante el Atalanta italiano, tres días antes del choque frente al Kaiserlautern (segunda división) en la final de la Copa de Alemania.

Por su parte, el Atalanta de Gian Piero Gasperini hizo historia al ganar en la vuelta de las semifinales al Olympique de Marsella (3-0) y certificar su pase a la gran final, donde disputará por primera vez un partido en el que un título europeo está en juego.

La ciudad de Bérgamo, en el norte de Italia, se despertó soñando con meterse en una final europea por primera vez en su historia y se durmió soñando con levantar un cetro europeo, una Liga Europa que además le permitiría volver a jugar Liga de Campeones.

Atalanta avanzó de manera merecida, incontestable, ante un Marsella venido a menos que lejos del Velodrome fue una sombra de lo que presentó en la ida. También, claro está, por culpa de un conjunto de la “Dea” que saltó al Gewiss Stadium convencido de que iba a lograr su objetivo, con ganas de demostrar que golear al Liverpool en cuartos de final no fue casualidad y de que es claro candidato a levantar el título.

Empezó desde el minuto uno con el dominio, dejando claro que el planteamiento de Gasperini, arquitecto y entrenador ya histórico de este equipo, era el mismo de siempre. 

Edición: Emilio Gómez