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13/07/2024 | Franja de Gaza, Territorios Palestinos
Israel indicó que había atacado al misterioso comandante militar de Hamas en un ataque masivo el sábado en la sobrepoblada zona sur de la Franja de Gaza, incidente en que murieron al menos 90 personas, incluidos niños, según trabajadores médicos locales. El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu afirmó que “aún no hay certeza absoluta” de que Mohammed Deif y un segundo comandante al mando de Hamas, Rafa Salama, hayan muerto en el ataque.
Hamas rechazó la versión israelí de que Deif se encontrara en la zona, diciendo que “estas falsas afirmaciones no son más que un encubrimiento de la magnitud de la horrible masacre”. El ataque tuvo lugar en una zona que el ejército israelí había designado como segura para cientos de miles de palestinos.
Israel considera a Deif y al máximo responsable de Hamas en Gaza, Yahya Sinwar, como los principales artífices del atentado del 7 de octubre, en el que murieron unas mil 200 personas en el sur de Israel y que desencadenó la guerra entre Israel y Hamas. Deif, al que no se ve en público desde hace años, encabeza desde hace tiempo la lista de los más buscados por Israel y se cree que ha escapado a múltiples intentos de asesinato israelíes. El 7 de octubre, Hamas difundió una grabación de voz de Deif en que anunciaba la operación “Inundación de Al Aqsa”.
El ataque se produjo en un momento delicado para los esfuerzos para asegurar un alto al fuego. La muerte de Deif le daría a Israel una importante victoria y a Hamas un doloroso golpe psicológico. También podría brindarle a Netanyahu una posible apertura. De nuevo, el sábado, el primer ministro dijo que Israel no pondrá fin a la guerra hasta que se destruyan las capacidades militares de Hamas. La muerte de Deif sería un paso significativo en esa dirección.
Todos los dirigentes de Hamas están marcados para la muerte y “llegaremos a todos ellos”, sostuvo.
El asesinato de Deif también podría provocar que Hamas endurezca su postura en las negociaciones. Lleva más de dos décadas escondido y se cree que está paralítico. Una de las únicas imágenes que se conocen de él es una foto de credencial de hace 30 años difundida por Israel. Incluso en Gaza, sólo unos pocos lo reconocerían.
El ataque del sábado fue uno de los más mortíferos de la guerra. El Ministerio de Salud de Gaza informó de 90 muertos y al menos 300 heridos. Los periodistas de Associated Press contaron más de 40 cadáveres en el atestado Hospital Nasser, ubicado en las inmediaciones. Testigos describieron una arremetida compuesta por varios ataques.
“Muchas víctimas siguen bajo los escombros y en los caminos, y los equipos de ambulancias y de protección civil no pueden llegar a ellos”, indicó el Ministerio de Salud.
El ejército israelí afirmó que “otros terroristas se escondieron entre civiles” y describió el lugar como rodeado de árboles y varios edificios. Un funcionario israelí dijo que el ataque impactó una zona vallada de Jan Yunis que estaba dirigida por Hamas, y afirmó que no se trataba de un complejo de tiendas de campaña, sino de un complejo operativo. El oficial describió el ataque como preciso. El ejército dijo que el complejo pertenecía a Salama.
Testigos dijeron que el ataque cayó en Muwasi, la zona segura designada por Israel que se extiende desde el norte de Rafah hasta Jan Yunis. Los palestinos han huido a la franja costera, refugiándose principalmente en tiendas de campaña con escasos servicios o suministros básicos. Más del 80 por ciento de los 2,3 millones de habitantes de Gaza han sido expulsados de sus hogares.
Las imágenes de lo ocurrido mostraban un enorme cráter, tiendas de campaña calcinadas y vehículos quemados. Las víctimas eran transportadas sobre los capós y en las partes traseras de los autos, así como en carretas tiradas por burros y tapetes.
En el hospital, un bebé con una camiseta rosa y la cara cubierta de arena lloraba mientras recibía primeros auxilios. Un niño yacía inmóvil al otro lado de la cama, sin un zapato. Muchos heridos fueron atendidos en el suelo.
Había “un abrumador hedor a sangre”, dijo Louise Wateridge, vocera de la Agencia de Naciones Unidas para la Población Refugiadad en Palestina (UNRWA, por sus siglas en inglés), quien visitó el hospital y habló con varios pacientes. El personal dijo que no quedaban productos de limpieza.
La explosión lanzó por los aires a un niño de 2 años y la madre desapareció, dijo Wateridge. A otro niño le volaron los pies, mientras que un niño de 8 años murió. “Me dijeron que fuera allí para estar a salvo”, le dijo su afligida madre sobre la zona impactada.
El vecino Egipto, mediador en las conversaciones de alto al fuego, condenó el ataque.
“Estas continuas violaciones contra ciudadanos palestinos añaden serias complicaciones a los esfuerzos que se están realizando actualmente para alcanzar la paz y un alto al fuego”, aseveró el Ministerio de Relaciones Exteriores egipcio en un comunicado. También criticó el “vergonzoso silencio y la falta de acción de la comunidad internacional.”
Mediadores egipcios, qataríes y estadunidenses han estado presionando para reducir las diferencias entre Israel y Hamas en torno a una propuesta de acuerdo para un alto al fuego en tres fases y un plan de liberación de rehenes en Gaza.
La propuesta, respaldada por Estados Unidos, prevé un alto el fuego inicial con una liberación limitada de rehenes y la retirada de las tropas israelíes de las zonas pobladas de Gaza. Al mismo tiempo, las dos partes negociarán los términos de la segunda fase, que supuestamente supondrá la liberación total de los rehenes a cambio de un alto al fuego permanente y la retirada completa de las tropas israelíes de Gaza.
Netanyahu dijo que no se apartaba de la propuesta respaldada por Estados Unidos, pero enumeró una serie de condiciones: el derecho de Israel a continuar la guerra hasta alcanzar sus objetivos, la devolución del mayor número posible de rehenes en la primera fase del acuerdo, el no regreso de combatientes de Hamas al norte de Gaza y la prevención del contrabando de armas, incluido el control del corredor clave Philadelphi entre Gaza y Egipto.
Israel lanzó su campaña en Gaza tras el ataque de Hamas del 7 de octubre, en el que los militantes irrumpieron en el sur de Israel y secuestraron a unas 250 personas. Desde entonces, las ofensivas terrestres y los bombardeos israelíes han cobrado más de 38 mil 400 vidas palestinas en Gaza y herido a más de 88 mil, según el Ministerio de Salud de Gaza. El Ministerio no distingue entre combatientes y civiles en su recuento.
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Edición: Fernando Sierra