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Reuters
30/11/2024 | Londres, Reino Unido
La Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) dijo el viernes que la producción mundial de vino de 2024 se situará en el nivel más bajo de los últimos 60 años, debido a las adversas condiciones meteorológicas en los viñedos de los hemisferios norte y sur, al igual que el año pasado.
En sus primeras proyecciones globales para 2024, la OIV situó la producción mundial de vino, excluidos zumos y mostos, entre 227 millones y 235 millones de hectolitros (mhl), con una previsión intermedia de 231 mhl.
La cifra promedio es 2 por ciento menor a la del año pasado y la más baja desde 1961, indicó la OIV. Un hectolitro equivale a 133 botellas de vino estándar.
“Globalmente, 2024 parece ser una repetición de 2023”, dijo la OIV en una nota. “Al igual que en 2023, los fenómenos meteorológicos extremos o atípicos son la influencia clave en la producción mundial, con heladas tempranas, fuertes lluvias y sequías prolongadas que afectan dramáticamente a la productividad de los viñedos”.
En la Unión Europea (UE), donde se encuentran los tres mayores países productores de vino del mundo –Francia, Italia y España–, la producción se calculó en 139 mhl, 3 por ciento menos que el año pasado y el nivel más bajo de este siglo, dijo la OIV.
Francia encabezó el descenso en la UE, con una producción que caería en torno a una cuarta parte, tras sufrir contratiempos meteorológicos que van desde lluvias torrenciales, sol limitado y granizo.
Según la OIV, Italia se recuperaría del débil nivel del año pasado, lo que le permitiría recuperar el puesto de mayor productor de vino que tenía Francia.
En Estados Unidos, cuarto productor mundial, el descenso será de 3 por ciento respecto al año pasado, pero aun así superaría el promedio quinquenal.
En el hemisferio sur, la producción global se calculó en 46 millones de hectolitros, 2 por ciento menos que el año anterior y la más baja en dos décadas, con descensos en Australia, China y Sudáfrica que contrarrestan el repunte en Argentina, según la OIV.
La tendencia a la baja de la producción mundial subraya la vulnerabilidad del sector al cambio climático, aunque a corto plazo la reducción de la oferta puede ayudar a equilibrar un mercado que se enfrenta a un consumo decreciente y a unas existencias elevadas, añadió OIV.
Edición: Emilio Gómez