En cuanto a los derechos de las personas transgénero, Trump promete en general acabar con los “niños en los deportes de niñas”, una práctica que, según insiste, sin pruebas, está muy extendida. Pero sus políticas van mucho más allá de los aplausos habituales en sus discursos de campaña.
Entre otras ideas, Trump revertiría la política de la administración Biden de extender las protecciones de los derechos civiles del Título IX a los estudiantes transgénero, y pediría al Congreso que exija que solo se puedan reconocer dos géneros al nacer.
Regulación, burocracia federal y poder presidencial
Trump busca reducir el papel de los burócratas federales y recortar las regulaciones en todos los sectores económicos.
Enmarca todos los recortes regulatorios como una varita mágica económica. Promete caídas abruptas en las facturas de servicios públicos de los hogares mediante la eliminación de obstáculos a la producción de combustibles fósiles, incluida la apertura de todas las tierras federales para la exploración, a pesar de que la producción energética estadunidense ya está en niveles récord.
Trump promete impulsar la construcción de viviendas reduciendo las regulaciones, aunque la mayoría de las normas de construcción provienen de los gobiernos estatales y locales. También dice que pondría fin a los “litigios frívolos de los extremistas ambientales”.
Este enfoque fortalecería en muchos sentidos la influencia del poder ejecutivo, que provendría más directamente de la Casa Blanca.
Facilitaría el despido de empleados federales al clasificar a miles de ellos como personas que no gozan de las protecciones del servicio civil. Eso podría debilitar el poder del gobierno para hacer cumplir los estatutos y las normas al reducir el número de empleados que realizan el trabajo y, potencialmente, imponer un efecto amedrentador sobre los que permanecen.
Trump también afirma que los presidentes tienen el poder exclusivo de controlar el gasto federal incluso después de que el Congreso haya asignado dinero. Sostiene que las acciones presupuestarias de los legisladores “establecen un techo” al gasto, pero no un piso, lo que significa que el deber constitucional del presidente de “ejecutar fielmente las leyes” incluye la discreción sobre si gastar o no el dinero. Esta interpretación podría dar lugar a una batalla judicial con el Congreso.
Como candidato, también sugirió que la Reserva Federal, una entidad independiente que fija las tasas de interés, debería estar sujeta a un mayor poder presidencial. Cualquier medida de ese tipo representaría un cambio trascendental en el funcionamiento de los sistemas económico y monetario de Estados Unidos.
Educación
El Departamento de Educación sería objeto de eliminación en una segunda administración de Trump.
Eso no significa que Trump quiera que Washington se vaya de las aulas. De todas formas, propone, entre otras maniobras, utilizar el financiamiento federal como palanca para presionar a los sistemas escolares de educación primaria y secundaria para que eliminen la titularidad y adopten el pago por mérito para los docentes y eliminen los programas de diversidad en todos los niveles educativos.
Pide retirar la financiación federal “a cualquier escuela o programa que promueva la teoría crítica de la raza, la ideología de género u otro contenido racial, sexual o político inapropiado entre nuestros niños”.
En materia de educación superior, Trump propone hacerse cargo de los procesos de acreditación de las universidades, una medida que describe como su “arma secreta” contra los “maníacos y lunáticos marxistas” que, según él, controlan la educación superior.
Trump apunta a las donaciones a la educación superior, diciendo que recaudará “miles de millones y miles de millones de dólares” de las escuelas mediante “impuestos, multas y demandas a las donaciones universitarias privadas excesivamente grandes” en las escuelas que no cumplan con sus edictos. Eso casi con certeza terminaría en prolongadas luchas legales.
Al igual que en otras áreas de política, Trump no propone limitar el poder federal en materia de educación superior, sino fortalecerlo. Pide que se redirija el dinero confiscado a una “Academia Americana” en línea que ofrezca credenciales universitarias a todos los estadunidenses sin costo de matrícula. “Será estrictamente apolítica y no se permitirá el despertar de la conciencia ni el yihadismo; nada de eso se permitirá”, dijo Trump el 1 de noviembre de 2023.
Seguridad social, Medicare y Medicaid
Trump insiste en que protegería la Seguridad Social y Medicare, programas populares dirigidos a los estadunidenses mayores y que se encuentran entre las porciones más grandes del gasto federal cada año.
Existen dudas sobre cómo su propuesta de no gravar las propinas y las horas extras podría afectar a la Seguridad Social y Medicare. Si esos planes finalmente implicaran sólo impuestos sobre la renta, los programas de prestaciones sociales no se verían afectados.
Eximir esos salarios de los impuestos sobre la nómina reduciría el flujo de fondos para los gastos de la Seguridad Social y Medicare. Trump ha hablado poco sobre Medicaid durante esta campaña, pero su primera administración reformuló el programa al permitir que los estados impongan requisitos de trabajo para los beneficiarios.
La Ley de Atención Médica Asequible y la atención médica
Como lo ha hecho desde 2015, Trump pide derogar la Ley de Atención Médica Asequible y sus mercados de seguros de salud subsidiados.
En septiembre, insistió en que tenía los “conceptos de un plan”. En las últimas etapas de la campaña, Trump destacó su alianza con el ex candidato presidencial Robert F. Kennedy Jr., un crítico de larga data de las vacunas y los pesticidas utilizados en la agricultura estadunidense. Trump dijo repetidamente a las multitudes en sus actos que pondría a Kennedy a cargo de “hacer que Estados Unidos vuelva a ser saludable”.
Trump ha elegido a Kennedy como su secretario de Salud.
Clima y energía
Trump, quien afirma falsamente que el cambio climático es un “engaño”, critica el gasto de la era Biden en energía más limpia diseñado para reducir la dependencia de Estados Unidos de los combustibles fósiles.
Propone una política energética –y un gasto en infraestructura de transporte– anclada en los combustibles fósiles: carreteras, puentes y vehículos con motor de combustión. “¡Perfora, nena, perfora!” era un cántico habitual en los mítines de Trump.
Trump dice que no se opone a los vehículos eléctricos, pero promete poner fin a todos los incentivos de Biden para fomentar el desarrollo del mercado de vehículos eléctricos. Trump también se compromete a revertir los estándares de eficiencia de combustible de la era Biden.
Derechos de los trabajadores
Trump y el vicepresidente electo JD Vance presentaron su candidatura como una opción a favor de los trabajadores estadunidenses, pero Trump podría dificultarles la sindicalización.
Al hablar de los trabajadores del sector automotor, Trump se centró casi exclusivamente en la iniciativa de Biden de promover los vehículos eléctricos. Cuando mencionó a los sindicatos, a menudo lo hizo para agrupar a “los jefes sindicales y directores ejecutivos” como cómplices de “este desastroso plan de los coches eléctricos”.
En una declaración del 23 de octubre de 2023, Trump dijo sobre el sindicato United Auto Workers: "Les digo que no deberían pagar esas cuotas".
La defensa nacional y el papel de Estados Unidos en el mundo
La retórica y el enfoque político de Trump en los asuntos mundiales son más aislacionistas en lo diplomático, no intervencionistas en lo militar y proteccionistas en lo económico que lo que ha sido Estados Unidos desde la Segunda Guerra Mundial.
Los detalles son más complicados.
Promete expandir el ejército, promete proteger el gasto del Pentágono de los esfuerzos de austeridad y propone un nuevo escudo de defensa contra misiles, una vieja idea de la era Reagan durante la Guerra Fría.
Trump insiste en que puede poner fin a la guerra de Rusia en Ucrania sin explicar cómo.
Resume su enfoque con otra frase de Reagan: “paz a través de la fuerza”, pero sigue siendo crítico con la OTAN y los altos mandos militares estadunidenses.
"No los considero líderes", dijo Trump sobre los funcionarios del Pentágono que los estadunidenses "ven en la televisión". Elogió repetidamente a autoritarios como el húngaro Viktor Orban y el ruso Vladimir Putin .
Edición: Fernando Sierra