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09/05/2025 | Washington, Estados Unidos
Al igual que los humanos, los chimpancés tocan el tambor con ritmos distintivos, y dos subespecies que viven en extremos opuestos de África tienen sus propios estilos característicos, según un estudio publicado este viernes en la revista Current Biology.
La idea de que la percusión de los simios pudiera contener pistas sobre los orígenes de la musicalidad humana ha fascinado a los científicos desde hace mucho tiempo, pero recopilar suficientes datos fiables en medio de la cacofonía de la selva había resultado difícil hasta ahora.
"Finalmente, pudimos medir que los chimpancés tocan el tambor rítmicamente; no lo hacen al azar", declaró a la Afp una de las autoras del estudio, Vesta Eleuteri, de la Universidad de Viena.
Los hallazgos refuerzan la teoría de que los componentes básicos de la música humana ya existían antes de nuestra separación evolutiva de los chimpancés hace seis millones de años.
Estudios previos demostraron que los chimpancés golpean las enormes raíces de los árboles de la selva tropical para emitir sonidos de baja frecuencia a través del denso follaje. Los científicos creen que estas señales rítmicas ayudan a transmitir información a distancias cortas y largas.
Para el nuevo estudio, Eleuteri y sus colegas —entre ellos, Catherine Hobaiter, de la Universidad de St. Andrews (Reino Unido), y Andrea Ravignani, de la Universidad La Sapienza (Roma)— recopilaron más de un siglo de datos observacionales.
Tras analizar el ruido ambiental, el equipo se concentró en 371 muestras de tamborileo de buena calidad registradas en 11 comunidades de chimpancés de seis grupos en África oriental y occidental, tanto de hábitats de selva tropical como de sabana.
Su análisis demostró que los chimpancés tamborilean con una intención rítmica definida: la sincronización de sus golpes no es aleatoria.
Dinámica social
También surgieron diferencias distintivas entre subespecies: los chimpancés de África occidental tendían a producir ritmos más uniformes, mientras que los de África oriental alternaban con mayor frecuencia entre intervalos más cortos y más largos.
En el Oeste, también tamborileaban con mayor frecuencia, mantenían un tempo más rápido y utilizaban el tamborileo más temprano en sus vocalizaciones, compuestos por jadeos y bramidos.
Los investigadores aún desconocen la causa de las diferencias, pero sugieren que podría indicar diferencias en la dinámica social.
El pulso más rápido y previsible de los chimpancés del Oeste podría dar cuenta de una mayor cohesión social, según los autores, que observan que estos son a menudo menos agresivos hacia individuos externos al grupo.
Por el contrario, los ritmos variables de los simios del Este estaría asociado a una mayor cantidad de matices, útiles para localizar o avisar a compañeros en un hábitat más disperso.
A Hobaiter le gustaría ahora estudiar los datos en mayor profundidad para comprender si existen diferencias intergeneracionales entre los ritmos dentro de los mismos grupos.
"La música no es solo una diferencia entre estilos musicales diversos, sino que un estilo musical como el rock o el jazz va a evolucionar en sí mismo con el tiempo", dijo.
"Vamos a tener que encontrar una manera de distinguir entre las diferencias de grupo y las diferencias intergeneracionales para abordar la cuestión de si se aprende socialmente o no", explicó. "¿Será que alguien aparece con un nuevo estilo musical y la siguiente generación lo adopta?".
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Edición: Estefanía Cardeña