Un incendio forestal en la región vinícola de Napa Valley, en el norte de California, cuadruplicó su tamaño durante la noche de este domingo a unos 11 mil acres (cuatro mil 450 hectáreas), quemó casas y viñedos y obligó a los funcionarios a ordenar la evacuación de miles de residentes el lunes.
Mientras la pequeña ciudad de Santa Rosa se vaciaba a su alrededor, Jas Sihota se colocó en su porche delantero con su manguera de jardín a mano, lanzándose cada 15 minutos más o menos para apagar fogatas alrededor de las casas vecinas sembradas por brasas arrastradas por el viento debajo de un sol rojo brumoso.
Sihota, un técnico de radiología en un hospital cercano, no había dormido en unas 24 horas desde que el incendio, llamado Glass Fire, se encendió el domingo por la mañana cerca de Calistoga a unas 60 millas (96,5 km) al norte de San Francisco.
“No tendría una casa si no me quedara”, dijo Sihota, y agregó que tampoco algunos de sus vecinos. Al menos 10 casas en otros lugares de la calle más allá del alcance de su manguera fueron destruidas.
Cuando finalmente pudo dormir un poco, se preguntana si podría permanecer despierto quizás otras seis horas con adrenalina. "No voy a hacerlo hasta que me sienta cómodo", dijo.
Fue el último infierno en un año históricamente destructivo en todo el oeste de Estados Unidos. Solo en California, los incendios forestales hasta ahora han quemado más de 3.7 millones de acres, superando con creces cualquier año en la historia del estado.
Desde el 15 de agosto, los incendios en el estado han matado a 26 personas y destruido más de siete mil estructuras. El cambio climático ha contribuido a la creciente intensidad de los incendios forestales, dicen los científicos.
El lunes temprano, se emitieron nuevas órdenes de evacuación en los condados de Sonoma y Napa, incluidas partes de las ciudades de Santa Rosa y St. Helena.
Los residentes de Oakmont Gardens, una comunidad de jubilados en Santa Rosa, se apoyaron en los caminantes mientras esperaban para abordar un autobús que los llevaría a un lugar seguro, y sus máscaras faciales se duplicaban como protección contra el humo y el nuevo coronavirus.
Aproximadamente 37 mil hogares y negocios se habían quedado sin electricidad en la región, según la empresa de servicios públicos PG&E.
Más de mil bomberos están luchando contra el Glass Fire, según el Departamento de Silvicultura y Protección contra Incendios de California (Cal Fire), algunos en aviones que arrastraron columnas rojas de retardante de fuego sobre los famosos viñedos de la región. Nada de eso había sido contenido hasta el lunes por la mañana, dijo Cal Fire, que también estaba monitoreando otros 26 incendios forestales importantes en el estado.
El Servicio Meteorológico Nacional emitió una Advertencia de Bandera Roja hasta el final del lunes, pronosticando baja humedad y ráfagas de viento de hasta 55 millas por hora (89 km por hora) a través de ciertos cañones. El incendio también provocó la evacuación del hospital Adventist Health St. Helena de 151 camas el domingo por segunda vez en las últimas semanas después de que incendios provocados por rayos azotaran el área en agosto.
Edición: Elsa Torres
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