Foto: Twitter @NASAJPL
Con el inicio de misiones espaciales también comenzó un debate sobre el lenguaje usado para llamar a las llegadas a superficies fuera del planeta, porque, en teoría, aterrizar se asocia con llegar a la Tierra.
Sin embargo, la Real Academia Española (RAE) explica que el verbo aterrizar describe la acción de posarse, tras una maniobra de descenso, sobre tierra firme o cualquier superficie que sirva para tal fin. Esto quiere decir que puede aplicarse para la llegada a la Luna, a Marte o a cualquier planeta o cuerpo espacial al que sea posible acercarse.
La más reciente misión del Perseverance, el vehículo rover que este jueves llegó a explorar Marte, avivó la conversación sobre el término correcto para nombrar el momento en el que tocó la superficie del Planeta Rojo. ¿Aterrizó o amartizó?.
De acuerdo con la definición de la RAE, usar el verbo aterrizar es correcto, aunque también reconoce el verbo amartizar como “dicho de una nave espacial: Posarse en la superficie del planeta Marte”, así que ambos términos son aceptados.
También te puede interesar: Aterriza en Marte el rover Perseverance de la NASA
El Diccionario del Español el México desconoce el verbo amartizar y coincide en que aterrizar corresponde a la llegada de una aeronave a tierra.
Al respecto, la Fundación del Español Urgente (Fundéu) explica que aterrizar puede emplearse para la acción de descender sobre la superficie de cualquier planeta, satélite o cometa.
La Fundéu amplía que para hablar de cuestiones más específicas se pueden usar los verbos alunizar, cuando se trate de una llegada a la Luna; acometizar, si se refiere a un cometa, y amartizar, para aludir a Marte.
La fundación explica que no hay necesidad de crear nuevos términos porque la palabra aterrizar bastaría, aunque reconoce que los nuevos verbos son aceptados como apropiados.
Edición: Emilio Gómez
Sheinbaum afirmó que los lanzamientos de Starship habían dañado la zona con escombros
Sputnik
ONG señala que el país es de los pocos países con marco legal contra este delito
La Jornada