Hace 120 años nació en la Ciudad de México una mujer a la que su amor por la naturaleza la llevaría a convertirse en la primera mujer en titularse en Biología en el país: Helia Bravo Hollis, también conocida como la reina de los cactus.
Helia nació el 30 de septiembre de 1901 y desde muy pequeña tuvo un acercamiento con la naturaleza en el ahora extinto río Mixcoac; tuvo la fortuna de que la UNAM abriera la licenciatura en Biología cuando ella tenía 23 años, lo que la llevó a formar parte de la primera generación de biólogos de la Máxima Casa de Estudios siendo la primera mujer en hacer la carrera.
Su apodo se deriva de su mayor pasión: el estudio de los cactus.
Bravo Hollis cursó una maestría en Ciencias Biológicas que enfocó en el estudio de cactus de la la región de Tehuacán-Cuicatlán, en los estados de Puebla y Oaxaca, donde actualmente existe un jardín botánico con el nombre de la bióloga dentro de la Reserva de la Biosfera.
Además de investigar sobre los cactus como las biznagas, jiotillas, garambullos, nopales, pitahayas y cardones, Helia impartió clases en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y se desempeñó como investigadora del Instituto de Biología de la UNAM.
La investigadora falleció a los 100 años dejando un legado que incluye la publicación del libro Las Cactáceas de México, su participación en la creación de la la Sociedad Mexicana de Cactología y más de 170 artículos científicos que a la fecha son referencia en el estudio de los cactus.
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