La fotoperiodista mexicana Sáshenka Gutiérrez reconoce que ejercer el periodismo en este país es peligroso, además que se sufren diversas violencias como agresiones por parte de las mismas autoridades, censura, salarios precarios y falta de seguridad socia.
Entonces ¿Por qué seguir?
Por “necia”, afirma. Si quieres ser rico o rica no te dediques a eso, agrega. “Hay una necedad; tal vez no vamos a cambiar la vida de las personas o el mundo, pero si puedo ayudar en algo a alguien con mi trabajo, esa es toda la satisfacción que pueda tener”, manifestó.
Más que un premio, indicó que lo importante es que tu trabajo, en este caso las fotografías, “puedan impactar de alguna manera en la ciudadanía, generar reflexiones y cambios.”
“De repente estás en un día nublado, donde todo te ha salido mal, pero llegan esos mensajes que agradecen tu trabajo que son como una inyección que te ayudan a irse para arriba de nuevo”, señala.
La fotógrafa es una de las protagonistas del documental Endangered (En Peligro), el cual está disponible en la plataforma de HBO Max, un trabajo audiovisual de Rachel Grady y Heidi Ewing que retrata la dura labor del periodismo en tiempos de las noticias falsas, en medio de una pandemia, los obstáculos que sufren y amenazas pro parte de los gobiernos, todo esto retratado a través de la mirada de cuatro priístas de Brasil, Estados Unidos y México.
En la película se puede observar a Sáshenka realizando su labor, viviendo momentos fuertes durante las manifestaciones feministas que se han vivido en la capital del país, y momentos íntimos con su pareja y sus mascotas, incluso se le ve tomando una “chela”: un tiempo de paz en medio del caos del día.
¿Cómo se sintió ahora estar detrás de las cámaras en este documental?
Confiesa que nunca se sintió invadida por las cámaras que la siguieron durante la filmación en su labor, y dentro de su hogar, pues ella “siempre estuvo concentrada en su chamba”, a parte el cinefotógrafo, Miguel Tovar, es amigo suyo, por lo que todo fluyó de manera correcta. Había mucha confianza.
La periodista reconoció que un factor en común que tienen las y los protagonistas del documental es la violencia que viven en su profesión, en el caso de México dijo que es uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo, a pesar de ser un lugar que no está en medio de algún conflicto bélico.
Por ejemplo, violencia económica y la violencia que ejercen los propios mandatarios del gobierno que intentan desprestigiar tu labor.
“Es común denominador que haya este tipo de ataques, incluso en las calles, incluso el ahora presidente Andrés Manuel Lopez Obrador, en sus mítines cuando era candidato, despotricaba contra varios medios de comunicación”, destacó .
Cuando terminaba el evento, la misma gente, seguidores, atacaba a los compañeros simplemente por hacer su trabajo, cuenta; algo que se vio reflejado igual en el documental con los testimonios de los demás periodistas de otras partes del mundo.
¿Cómo fue verte en la pantalla, y observar cómo eras víctima de agresiones?
“Fue muy extraño, estamos acostumbradas a estar detrás, nunca me había visto trabajando”, comentó.
También en una parte del documental se puede apreciar un momento conmovedor e impactante, cuando ella y otras compañeras fotógrafas se abrían en medio de una marcha en contra de los feminicidios y la violencia de género.
“Se me hizo un momento conmovedor, que dentro de tanta violencia, tuvimos que hacer este tipo de contención para las compañeras, fue muy raro ver cómo yo trabajo”, relató.
¿Cómo se pueden lograr captar imágenes tan hermosas en medio del caos?
“Voy súper concentrada ante cualquier cosa o distracción que pueda pasar, agresiones por parte de la policía, enfrentamientos o están aventando cosas.., todo el tiempo estoy concentrada”.
La mexicana Sáshenka Gutiérrez ganó recientemente el Premio Ortega y Gasset a la mejor fotografía con una imagen impactante: Sandra Monroy, una joven operada de una mastectomía doble, recibe el cuidado de su madre y una amiga, que salió en el reportaje fotográfico Jódete, cáncer.
El premio fue algo lindo, una experiencia “muy chida”; sin embargo ella no piensa en hacer su trabajo para ganar premios, sino que lo que más le gusta es las historias que plasma a través de las imágenes. En el caso de Sandra, gracias a este reconocimiento internacional, se pudo retomar de nuevo en otros rincones del mundo.
“Eso me ha puesto sumamente feliz, mi mejor recompensa ha sido esa, que quieren conocer la historia de Sandra”.
De hecho, señala, la foto ahora ya no le pertenece, sino le pertenece a todas las personas, principalmente a aquellas mujeres que han pasado por una misma situación: lucha contra el cáncer.
Aquí pueden encontrar algo de su trabajo: https://www.instagram.com/sashe/
Edición: Laura Espejo
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