La noche de este miércoles abrió sus puertas la exposición Monet. Luces del Impresionismo en el Museo Nacional de Arte de México (Munal)
Las obra de Claude Monet, pertenecientes al impresionismo, se podrán visitar en dicho museo de martes a domingo, de 10 a 18 horas, hasta el 27 de agosto de 2023.
En su apertura, justo en la Noche de Museos, el personal del recinto esperaba la llegada de miles de seguidores del maestro del siglo XIX, admiradores de la singular manera de ver la realidad que poseía Monet.
Cuadros como Water Lilies (Nenúfares) y Valle Buona, cerca de Bordighera se presentan en México por primera vez.
No es la primera vez que el arte de Monet visita el MUNAL, antes formó parte de sus exhibiciones con El placer y el orden. Orsay en el MUNAL, entre 2012 y 2013, el cual reunió obras de grandes maestros del siglo XIX como Renoir, Cézanne y Toulouse-Lautrec.
Grandes maestros mexicanos
La muestra se complementa con obras de grandes maestros mexicanos del impresionismo del acervo del Munal, como Joaquín Clausell, Francisco Romano Guillemín, Armando García Núñez, Mateo Herrera y José María Velasco.
“Desde el inicio del proyecto la consigna fue vincular a los grandes artistas con la colección del Munal. Esta curaduría transversal reposiciona a nuestras grandes obras y se cobijan con proyectos educativos para dimensionarlas y revalorarlas”, señaló Héctor Palhares, director del Munal en la inauguración de la exposición.
En palabras de Palhares, esa corriente artística es uno de los movimientos que más atraen público y crean mayores expectativas, pues “sigue configurando una parte nodal de nuestra cultura contemporánea.
“Pensar en el impresionismo es pensar en paisajes rurales, en estanques, lagos, pero también en paisajes urbanos que retrataron el París de la Bella Época. Estos grandes maestros incursionaron en la pintura al aire libre, salieron del taller o de la academia para tomar directamente los motivos bajo la luz palpitante del sol, por eso hemos titulado esta exposición Luces del impresionismo.”
Monet, agregó Palhares, fue el pionero del movimiento que se convirtió en uno de los más queridos en la historia del arte; sin embargo, en sus orígenes fue denostado y rechazado por el público. El mismo nombre proviene de una crítica satírica del periodista Louis Leroy, quien escribió en 1874: “Al contemplar la obra pensé que mis gafas estaban sucias. ¿Qué representa esta tela?…, el cuadro no tenía derecho ni revés…, ¡Impresión!, desde luego produce impresión…, el papel pintado en estado embrionario está más hecho que esta marina”.
en la entrada de la exposición destaca el óleo sobre tela Water Lilies (Nenúfares), de 1908, pieza que figura entre las mejores obras tardías de Monet, cuando el pintor se mudó a su larga y rústica casa de campo en Giverny en 1883.
El director del recinto explicó que esa pintura es el eje conductor de la muestra, realizada en formato circular, muy innovador para la plástica del autor.
“Esta pieza es el antecedente a los Nenúfares del Museo de la Orangerie, un recinto que se considera el santuario de Monet por los grandes formatos de caballete que recrean ese espacio inmersivo, donde los visitantes están dentro del agua y la flor de loto, lo cual recuerda por qué el artista durante más de 40 años pintó esas flores acuáticas; en este motivo él encontró su verdadera maestría, su complicidad con la naturaleza y, en 1926, en Giverny, lo último que vio fueron los nenúfares.”
Luminosidad mediterránea
La segunda obra del artista francés que podrá apreciar el público del Munal es Valle Buona, cerca de Bordighera (Liguria, Italia), de 1884. El paisaje representa la escarpada campiña a lo largo de la riviera en la frontera francoitaliana. El Valle Buona (valle tranquilo) está a la izquierda y, en lo alto a la derecha, hay una simple sugerencia de Sasso, el pueblo de montaña dominado por el pico de mil metros, el monte Caggio. La obra representa la luminosidad mediterránea y la fascinación del pintor por la naturaleza de esa región.
Paisaje en Port-Villez, que por primera vez sale del Museo Soumaya, es la tercera obra de Monet, donde el cerro de Port-Villez se levanta sobre unas pequeñas islas. Sobresale el agua del Sena y las vibraciones de la hierba en el primer plano, que dejan atrás el caserío.
“Las obras de Monet son una nueva forma de entender el arte, su nuevo ejercicio técnico y en ese diálogo tenemos la pieza del Museo Soumaya”, reiteró Palhares.
El 3 de mayo a las 16 horas se realizará la conferencia Monet: Luces del impresionismo, de Héctor Palhares, quien es también el curador de la exposición. El 31 de mayo está programada la conferencia El legado de la luz en el paisaje de José María Velasco. En la página del museo se pueden consultar todas las actividades relacionadas con la muestra.
Monet fue un pintor que vivió entre 1840 y 1926 que se caracterizó por crear al aire libre paisajes y escenas de la sociedad burguesa con efectos luminosos y en ocasiones difuminando las formas e incluso fundiendolas entre sí, todo con un aspecto inacabado, característica escencial del impresionismo.
Entre sus cuadros más destacados están Los Almiares, La estación de Saint Lazare, Los Nenúfares, Sol Naciente, Mujer con sombrilla, El estanque de ninfeas, Amapolas, Crepúsculo en Venecia, El jardín del artista Givernny, Lilas de Agua, entre otros.
Edición: Emilio Gómez
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