A la orilla del mar, en el municipio de San Ignacio, Sinaloa, se encuentra un grupo de rocas basálticas de origen volcánico con grabados que fueron realizados entre los años 900 al 1100 de Nuestra Era y que registran la cosmovisión de las comunidades indígenas de aquel entonces.
La Zona Arqueológica Las Labradas se encuentra entre arbustos de mangle y es una zona de monumentos arqueológicos porque resguarda más de 700 grabados rupestres de figuras como plantas, flores, animales y figuras geométricas que a pesar del paso del tiempo, el mar no ha logrado dañar.
Entre los grabados destacan dos figuras que aparentemente registran el paso del cometa Halley en dos ocasiones diferentes, de acuerdo con especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Hay por lo menos nueve piezas que tienen alguna referencia espacial y unas cuantas con referencias númericas.
También hay figuras que corresponden a los cuatro puntos cardinales y el INAH ha informado que otros dibujos señalan la celebración del solsticio de verano.
“Los elementos solares alusivos en las figuras geométricas y en la mayoría de los personajes humanos sugieren la presencia de una antigua cosmovisión prehispánica”, explica el instituto.
En esta zona se han identificado más de 20 asentamientos que comenzaron desde los años 7000 a 5500 antes de Nuestra Era, pero el tallado de las piedras se estima que ocurrió muchos años después.
Los grabados fueron hechos a través de la remoción de la capa superficial de las rocas y se distribuyen sin un patrón definido.
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Ana Ramírez
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La Jornada Maya