Un pequeño territorio en los límites de Estados Unidos y México fue un motivo de disputa durante más de un siglo entre ambas naciones, hasta que finalmente las autoridades mexicanas lograron recuperarlo, aunque apenas representó 0.00007 por ciento de las tierras que el país perdió luego de la guerra con su vecino.
Se trata de El Chamizal, un terreno de 177 hectáreas que quedaron del lado estadunidense tras una inundación en 1864 y que Estados Unidos se negaba a ceder.
El límite entre México y Estados Unidos era definido con el Río Bravo, que cambió su cauce con la inundación y dejó territorio mexicano del otro lado.
Si Estados Unidos ya había obtenido más del 55 por ciento del territorio mexicano, esta inundación le entregó un poquito más de tierra y a pesar de los reclamos, no aceptó regresar El Chamizal.
Distintos presidentes en distintas épocas solicitaron la devolución del territorio y mientras tanto, sus habitantes no sabían en qué país vivían.
Presidentes como Porfirio Díaz, Francisco León de la Barra y finalmente Adolfo López Mateos fueron algunos de los que exigieron la devolución de este territorio.
Las pláticas entre John F. Kennedy y Adolfo López Mateos durante la visita del estadunidense a la Ciudad de México en 1962 fueron el precedente para que la Unión Americana aceptara la entrega de El Chamizal.
En 1967 el presidente Lyndon B. Johnson dio fin a la disputa y aceptó la devolución efectiva del territorio.
Desde entonces, la comunidad se ha encontrado resistiendo para que el territorio sea declarado Parque Nacional y no caiga en manos extranjeras que despojen de la tierra a los mexicanos.
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