Emir Olivares y Ángeles Cruz
En el décimo aniversario de los crímenes contra los normalistas de Ayotzinapa, el presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que “se complicaron la cosas” y no se llegó a la verdad ni la justicia en su mandato.
“Pero la verdad siempre se abre paso y la justicia tarda, pero llega. Hay que seguir adelante”, señaló en la mañanera de este jueves.
No dejó pasar oportunidad para expresar su solidaridad con las familias de los estudiantes, 43 de ellos víctimas de desaparición forzada y otros tres asesinados en la llamada noche de Iguala, el 26 y 27 de septiembre de 2014.
“No quiero dejar de expresar mi sentir, mi tristeza, y manifestar mi solidaridad con las madres y los padres de los jóvenes de Ayotzinapa, hoy se cumplen 10 años de la desaparición”, señaló.
Acentuó que en su administración “hicimos todo por encontrar a los jóvenes y a nadie se le protegió, queríamos saber todo. Se complicaron las cosas, están enredadas, complicadas, por intereses”.
En víspera del fin de su gobierno, indicó que en los pocos días que aún le quedan de gestión, continuará trabajando para intentar dar con el paradero de los normalistas.
“Y como les expresé en la carta, que les escribí, que les envié (a las familias), Claudia Sheinbaum, la próxima presidenta, es una mujer muy sensible, le va a dar contundida a la investigación. No hay, que les quede muy claro, se los digo de manera sincera, con todos mis sentimientos, no hay impunidad para nadie”.
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La mayoría de la población está consciente de que en el país se está llevando a cabo una transformación; que por primera vez, se aplica una auténtica democracia y el gobierno actual representa al pueblo, por lo que no tienen cabida ni credibilidad los planteamientos que señalan presuntos vínculos con el crimen organizado, afirmó el presidente Andrés Manuel López Obrador.
La gente sabe que este es un gobierno independiente, no es títere de los grupos de poder económico y mucho menos de la delincuencia organizada, como sí ocurrió en el gobierno de Felipe Calderón, sostuvo el mandatario esta mañana en su conferencia en Palacio Nacional, para luego reiterar que en algunos sectores de las clase media y alta prevalece el pensamiento conservador. Incluso, dijo, se mantiene en grupos de la iglesia que antes era parte de la teología de la liberación.
“Con el paso del tiempo se ha vuelto un movimiento conservador, de propósitos políticos muy vinculados a la derecha, al PAN, hasta el zapatismo. Ahora cada vez que hay un cuestionamiento del zapatismo, es en contra de nosotros”. Lo mismo pasa con el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro y otras organizaciones, señaló.
En otro tema, López Obrador comentó que una vez que concluya su gobierno, el próximo lunes, permanecerá en la Ciudad de México unos días y luego se irá a Palenque, donde todavía no sabe si contará con equipo de seguridad. “La gente me va a cuidar”, pero insistió en su petición de que no lo visiten “porque si van lo van a usar de pretexto mis adversarios, disfrazados de periodistas, para ir a espiarme”.
En cambio, si no lo buscan, podrá dedicarse a escribir su libro y también podría ir a nadar o “me puedo ir a macanear”, apuntó.
López Obrador manifestó su extrañamiento por el hecho que la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Piña, no se haya pronunciado en torno a los amparos tramitados por diversos sectores en contra de la reforma judicial.
En la conferencia matutina de este jueves, el mandatario reiteró que los amparos en contra de las modificaciones constitucionales al Poder Judicial no tienen fundamento legal.
“Ahora hay amparos para todo ¿Qué no hay un ministro de la Corte, de esos que invocan casi siempre de manera hipócrita el Estado de derecho, que pueda llamar a la sensatez? Para convocar a jueces, a magistrados, a sus compañeros ministros, para que cese este proceder arbitrario, ilegal, que viola la Constitución. ¿Cómo están promoviendo amparos sin fundamento legal?”.
Cuestionó incluso que se haya presentado un amparo para que Instituto Nacional Electoral no realice la elección de los jueces, los magistrados y los ministros ministros, como lo establece la nueva normativa.
¿Cuál es el fundamento? Hasta el ex ministro de renombre, Diego Valadés, declaró de que no hay fundamento legal para detener la reforma judicial. Pero ¿por qué la presidenta del Poder Judicial (Piña) no fija su postura sobre esto? ¿Por qué se calla? ¿Por qué ese silencio cómplice de quienes no actúan de conformidad con el marco legal vigente y que están vulnerando el Estado de derecho? Se quedan callados”, subrayó.