La crisis que ha generado la pandemia del COVID-19, ha ocasionado que más de 150 mil pequeños comercios en México cierren, las principales razones: la caída de las ventas, elevado costo de los servicios público, sobre todo energía eléctrica y gasolinas, falta de capital de trabajo y plazos reducidos para pago a proveedores, reveló la Encuesta: Impacto COVID-19 en el Pequeño Comercio, de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes AC. ANPEC.
Esta investigación de mercado, según informó la agrupación en un comunicado, se realizó durante la primera quincena de julio, con una muestra representativa de 1147 pequeños comercios del Valle de México, Veracruz y Oaxaca, con el fin de “despejar las afectaciones que la pandemia ha causado en el pequeño comercio, motor de la economía local y promotor de la microeconomía en nuestro país”.
De acuerdo con los datos del estudios, el 93.52 por ciento manifestó que las principales causas que orillan al cierre de negocios ante esta emergencia sanitaria, la caída de las ventas, encarecimiento de servicios públicos (energía eléctrica y gasolinas); falta de capital de trabajo, plazos reducidos para pago a proveedores, inseguridad (asalto a mano armada y robo hormiga), rentas y salarios.
El 89 por ciento dijo no haber recibido ningún apoyo del gobierno ni de proveedores para sortear los estragos de COVID-19; el 78 por ciento se opone al aumento de impuestos y a que se aumente el IEPS a los productos de alta demanda, porque quienes terminan pagando este incremento son los consumidores, ya de por sí, con una situación económica empobrecida, esta medida generaría más pobreza y un alza generalizada de precios.
El 91 por ciento manifestó una tendencia a la baja entre un 20-50 por ciento en ventas; el 35 por ciento dice que COVID-19 obligó un cambio de hábitos de consumo a lo mínimo necesario por falta de ingresos, inhibiendo el consumo de cárnicos, embutidos, lácteos, enlatados, yogurt, quesos y frutas, principalmente.
En cuanto al manejo de contingencia, el 70 por ciento de los entrevistados percibe un mal manejo de la emergencia sanitaria, confuso y contradictorio por parte del gobierno. Por ejemplo: “No se terminan de poner de acuerdo si es necesario o no, el uso del cubrebocas”.
El 60 por ciento no cree en el gobierno cuando habla sobre las medidas que deben seguir o aplicarse para la reactivación económica y el 90 por ciento señala como los principales retos que el COVID-19 le ha impuesto: surtido de calidad a precios competitivos; protocolo preventivo (cubre bocas, gel antibacterial, sanitización y atención uno a uno) y opción de servicio a domicilio.
Edición: Enrique Álvarez
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