Con bordados, telas y colores que resaltan la identidad de Oaxaca, diseñadores han confeccionado prendas que exaltan la labor de los artistas y artesanos locales para plasmar el estilo del sureste mexicano.
El vestido hecho en Oaxaca es un motivo de orgullo, afirma Silvia Suárez para la revista Vogue México, quien ha impulsado una marca pionera que preserva la labor artesanal al incluir textiles de talleres localizados en las ocho regiones del estado, en los que participan 180 mujeres indígenas, promoviendo así la mejoría en las condiciones de vida de las familias artesanas.
La firma, refiere Suárez para el mismo medio, se distingue por la utilización de productos sustentables, con el objetivo de crear un comercio justo que “extienda más oportunidades de trabajo y se aleje de procesos industriales que afecten al medio ambiente”.
En una compilación de marcas que distinguen la esencia del estado, Vogue resalta la labor de Rocinante, cuyos creadores, Narcy Morales y Joel Gómez, aseguran que “un hilo y una aguja pueden ser herramientas muy poderosas para transformar para siempre la realidad de las personas”. La marca tiene como fin revalorizar el trabajo artesanal a través de la inclusión de técnicas como la randa de ganchillo y una “sofisticada” superposición de telas estampadas plasmadas en vestidos, blusas y faldas.
La firma Josafat Gómez ha inspirado sus creaciones en los colores, mercados y gastronomía local, dando origen a prendas como “La camisa delfina”, una pieza inspirada en un patronaje antiguo de la bisabuela del creador, con la que recuerda el fuerte lazo familiar.
“Nuestro oficio es noble porque nos permite crear piezas partiendo de elementos básicos que encontramos en nuestro alrededor, valoramos los procesos orgánicos para nuestras materias primas y amamos las enseñanzas de los grandes maestros artesanos de Oaxaca”, comenta Josafat a la revista.
La firma Pompi García surge al interior de un laboratorio de moda en casa, donde su creador confecciona piezas que puedan contar historias. “La deconstrucción y el uso de textiles antiguos han sido la fortaleza de mi laboratorio creativo. Son elementos con historias, con una estética diferente, un desgaste natural y con la magia necesaria para hacerlo renacer en nuevos patrones”, detalla Pompi a Vogue México.
También te puede interesar: Karen Vega busca poner en la mira de la moda a la mujer sureña
Finalmente, Nadya Padilla ha caracterizado su firma homónima como la mezcla de la tradición textil y la simplicidad, en una tierra “donde tomas mezcal y te pones mágico, donde hay calendas y curanderas”. Artesanos locales también participan en este proyecto, inspirado en “la mujer oaxaqueña que ha visto a sus ancestras usar ropa típica toda la vida y que buscaba algo más sobrio y actual”, apunta la diseñadora.
Edición: Gina Fierro
Gobernanza y sociedad
La Jornada Maya
"Sería un honor entrar y hacerlo", señaló el mandatario ante periodistas
Ap
"La industria cinematográfica estadunidense está muriendo rápidamente", justificó el mandatario
Europa Press
Las últimas actividades tuvieron lugar en el Centro de Convenciones Yucatán Siglo XXI
La Jornada Maya