Texto y foto: Elio Henríquez, corresponsal
La Jornada Maya
San Cristóbal de Las Casas, Chis
Lunes 26 de septiembre, 2016
El asesinato de dos sacerdotes en Veracruz y uno en Michoacán “indica la descomposición social” que sufre el país, afirmó el obispo de la diócesis de San Cristóbal de Las Casas, Felipe Arizmendi Esquivel.
“Si esto pasa con personas a las que normalmente la mayoría de la población respeta y valora, porque la mayoría de sacerdotes son gente de confiar y bien aceptada en la comunidad, toda la gente tiene más miedo de lo que le puede pasar”, agregó.
“Hay gente que no tiene ningún valor; hay una descomposición social muy preocupante y por eso insistimos en que desde la familia hay que poner cimientos para que no sea el dinero lo que más le importe a algunas personas”, dijo en entrevista.
Al preguntarle su opinión acerca del asesinato de los sacerdotes Alejo Nabor Jiménez Juárez y José Alfredo Suárez de la Cruz, en Veracruz, y de José Alfredo López Guillén, en Michoacán, Arizmendi Esquivel expresó: “Nos duele muchísimo que haya acontecido no sólo con sacerdotes sino con cualquier persona” en esos y otros estados.
Señaló que en Chiapas hubo, hace dos o tres años, intentos de extorsión telefónica en contra de religiosos, pero no asesinatos ni secuestros.
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