de

del

Mario Trujillo Bolio*
Foto: Raúl Angulo Hernández
La Jornada Maya

Martes 15 de mayo, 2018

Durante los tramos históricos conocidos como Clásico Tardío (siglos VII al IX d. C.) y Clásico Terminal (siglos X al XVI d. C.), en la milenaria cultura maya evolucionó un intercambio comercial a través de una ruta costanera que cubría los litorales tabasqueño, campechano y yucateco. Estos caminos acuáticos estuvieron dominados por los mayas-chontaleños a quienes, el historiador J. Eric S. Thompson (1984, pp. 302-3039), los consideró como excelentes navegantes, a los que bien se les puede denominar como a los fenicios de Mesoamérica. Estos mercaderes en sus canoas y piraguas, a partir de sus recorridos fluviales y de mar, mantuvieron intercambios a partir del trueque de productos, o bien, utilizaron como medio de cambio semillas de cacao, conchas rojas y/o mantas de algodón.

Los maya-chontaleños tuvieron vínculos comerciales con los culhuas de las tierras altas de México y, sobre todo, para abastecerse de distintos productos derivados de la obsidiana a cambio de cacao. También los mercaderes-mayas navegantes en sus viajes por toda la costa de la península de Yucatán traficaban con plumas de quetzal y colibrí, jade, ámbar, collares de concha, adornos de oro, venablos de pedernal, espejos de pirita de hierro, escudos, lanzas, arcos, hachas de cobre, navajas y ropas de fibra de algodón que utilizaba la casta militar maya en el poder. Distintos testimonios dan cuenta que durante el periodo Clásico Tardío se presentó una abierta interconexión comercial. Y ello desde los embarcaderos asentados en la costa y en el extremo derecho de la península de Yucatán con las ciudades-Estado mayas que demandaban para aprovisionar a sus huestes y habitantes. Los productos intercambiados fueron varios: pieles de jaguar y venado, pelotas de hule, conchas de tortuga, cascabeles de hierro, sandalias de cuero, telas de brocados refinados, mantas y vestidos de algodón. Asimismo, los mayas-chontaleños abastecían a las poblaciones mayas de tierra adentro con vasijas de barro, ónix mexicano, metates, cerbatanas, resina para incienso, materiales de alfarería, taparrabos, brocados, pieles y mecapales para la carga.

Se puede determinar que durante el periodo Clásico Terminal se mantuvieron los caminos de agua desde las rutas fluviales de Tabasco, el litoral de Campeche y la circunnavegación por la península de Yucatán. Las redes de comercio entre nahuas, putunes, itzáes y mayas yucatecos partían desde Xicalángo como “puerto de tráfico” o plaza de mercado; continuaban las expediciones comerciales en el entorno de Laguna de Términos con escalas Tixchel e Itzamakanak; después el periplo se hacía con el recorrido costanero hacia los embarcaderos de Potonchan (Champotón), Campech y Ppolé. En este periodo, Ernesto Vargas (2014, pp. 373-373) no dice que los principales puertos de la costa yucateca fueron Tixchel, Edzná y Jaina.

Para el periodo Clásico Terminal se cuenta con referentes que se presentó un intercambio comercial entre embarcaderos y sitios relevantes de Yucatán. Los atracaderos destacados que persistieron en este periodo prehispánico fueron: Muyil, Xelhá, Xcaret (Ppolé), San Gervasio (Cuazamil), El Meco, Vista Alegre, Emal y Progreso. Algunos de estos embarcaderos y desde la costa tuvieron una relación comercial con los sitos mayores tal como sucedió con Dzibilchatún (Chychantihó) y T´hó (Mérida). Cabe decir que, según las investigaciones de Geoffrey E.

Braswell (2014, p. 201), el embarcadero de Isla Cerrtitos para los itzáez tuvo una doble función. Fuese como embarcadero principal y centro de acopio tanto de la sal extraída de las rías cercanas -Las Coloradas en la boca de río Lagartos-, o bien, como un sitio distribuidor de obsidiana que los activos guerreros de Chichén Itzá requirieron como material bélico.

En la sociedad posclásica maya, y de acuerdo a los estudios de Marilyn Masson (2006, pp. 341-342), se ha constatado que los centros de poder Chichén Itzá y Mayapán no sólo tuvieron incidencia en el comercio náutico que se practicaba desde Xicalángo, Tixchel, Champotón y Campeche, sino que existieron otros tantos nexos con distintos poblados costeros mayas al oriente de la península de Yucatán, tal y como se evidenció en Chiqila, Ecab, Isla Mujeres, El Meco, El Rey, Mulchi, Aguada Grande, Xcaret, Xelhá, Tancah, Tulum, Chamax, Espíritu Santo, Bacalar, Santa Rita y Cayo Coco. Esto es, que se gestó una red comercio con intercambios de productos que alcanzaban piedras de moler, tejidos, pieles, sal, miel, cacao, copal, plumería y adornos.

Con todo, hay que decir que no son casuales los recientes hallazgos de la llamada arqueología subacuática pues ha encontrado en uno de los cenotes de Yucatán, muestras de la actividad ritual del dios maya del comercio Ek Chuah, considerado como una deidad del cacao, la guerra y benefactor de los mencionados mercaderes que surcaban los caminos de agua de la ruta costanera yucatanense.


*Profesor-investigador del CIESAS

[b][email protected][/b]


Lo más reciente

Misterioso pájaro estaca se camuflajea entre los troncos de los árboles

Especial: Fauna Nuestra

Gabriel Graniel Herrera

Misterioso pájaro estaca se camuflajea entre los troncos de los árboles

La y los candidatos a la alcaldía de Motul se enfrentan en debate

Aspirantes tuvieron la oportunidad de exponer sus principales propuestas de gobierno

Astrid Sánchez / Rodrigo Medina

La y los candidatos a la alcaldía de Motul se enfrentan en debate

Luis G. Urbina ante la vaquería

Noticias de otros tiempos

Felipe Escalante Tió

Luis G. Urbina ante la vaquería

Claudia Sheinbaum presenta proyecto para reducir la pobreza y desigualdad

Para ello, la aspirante propone un crecimiento del PIB aunado a los programas sociales

La Jornada

Claudia Sheinbaum presenta proyecto para reducir la pobreza y desigualdad