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Felipe Escalante Tió
Foto: Israel Mijares Arroyo
La Jornada Maya

Viernes 2 de marzo, 2018

El pan es probablemente el producto que en esencia representa el alimento para los seres humanos, al menos en el hemisferio occidental. La cultura judeocristiana tiene, por lo menos, tres referencias en la Biblia acerca de la importancia del pan; una es el maná que Dios hace llegar al pueblo que atraviesa el desierto, en el libro del Éxodo, y en el Nuevo Testamento encontramos que Jesús repele una de las tentaciones diciendo “no sólo de pan vive el hombre…”, mientras que en otra enseña a sus discípulos la oración que pide “danos hoy nuestro pan de cada día”.

Y el pan es un capricho en cuanto a formas y sabores. Los mexicanos podríamos caer fácilmente en una discusión bizantina con sólo preguntarnos si el birote de Jalisco, el bolillo del Altiplano y la barra del francés peninsular son lo mismo. Posiblemente hasta golpes habría contra el nutriólogo que muestre una tabla en la que los valores nutricionales de estos panes resulten equivalentes.

Otro capricho es cuando se añaden otros cereales o tubérculos a la mezcla de agua, harina y levadura. Hay quien atribuye el pan de elote al contacto entre mujeres criollas e indígenas, y el que hoy encontramos en la libreta de Chichí Lupe, probablemente tenga ese mismo origen; algún reto entre novicias y sirvientas al interior de un convento.

El camote recibe varios nombres incluso en América, de donde es originario; es llamado boniato, batata, papa (o patata) dulce, chaco, entre otros; además de que hay distintas variedades que se comercializan a gran escala.

Sin embargo, el pan de camote no se encuentra en el mercado. Probablemente ha sido sustituido por el de zanahoria, más del gusto estadunidense. Bien leída la receta, lo más probable es que los moldes a los que se refiera Chichí Lupe sean de algún panqué, o tal vez de mantecadas.

Si ven próximamente este pan en alguno de esos lugares que en las plazas venden panes dulces y galletas, avisen para ir a cobrar regalías.

[b]Pan de camote[/b]

[i]1 kilo de camote cocido, pelado y cernido[/i]
[i]30 gramos de levadura Fleychman[/i]
[i]500 gramos de harina[/i]
[i]150 gramos de azúcar[/i]
[i]60 gramos de mantequilla[/i]
[i]60 gramos de manteca[/i]
[i]6 huevos[/i]

Se toma un poco de harina y una tacita de agua; se prepara la levadura y se deja reposar una hora. Con el resto de la harina se hace una pila y se le pone la levadura, el azúcar manteca, mantequilla y camote, 4 claras y 6 yemas, se revuelve y se amasa, se pone en moldes engrasados y se deja reposar una hora. Se hornea poniéndole azúcar revuelta con canela en la parte de encima.

[i]Mérida, Yucatán[/i]
[b][email protected][/b]


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