2017

Eduardo del Buey
Foto: Afp
La Jornada Maya

Martes 9 de enero, 2018

Tras el fin del 2017 tenemos mucho que pensar sobre lo sucedido durante el año pasado.

En los Estados Unidos el antiguo Consejero de Seguridad Nacional Michael Flynn (quien estaba a cargo de uno de los puestos más importantes en la actual administración) acepto que había mentido al FBI y ahora trabaja con el fiscal especial Robert Muller en la investigación sobre los nexos de la administración de Trump con Rusia. Adicionalmente, se reporta que el yerno del presidente estadunidense, Jared Kushner, podría también estar implicado en el asunto que tiene a la administración actual en estado de crisis. Muchos ya se preguntan cuál será la siguiente ficha del dominó en caer, y cuál será su impacto.

Este año que inicia será muy interesante.

Donald Trump parece estar buscando deshacer la base política, económica y social de su país. Sus comentarios y políticas racistas, su historia misógina y su desdén por las instituciones democráticas, por no mencionar sus constantes mentiras al publico y sus ataques a la libertad de prensa, van en contra de los valores que uno esperaría de la democracia más importante en el mundo.

No es irracional preguntarse si la administración de Trump logrará llegar al final de su periodo, el 20 de enero del 2021. Algunos comparan la situación actual del presidente con la de la administración de Richard Nixon durante la era del Watergate, y se preguntan acerca de qué es lo que Trump sabe y desde cuándo lo sabe. Las figuras más importantes dentro del Partido Republicano han mantenido sus cartas cerca y no han presentado una gran defensa para Trump o Kushner, mucho menos para Flynn quien ya ha admitido su culpa.

En otras partes del mundo, hemos sido testigos del gran alcance y fuerza de China, a través de sus inversiones en proyectos masivos en Asia, África, Europa, América Latina y el Caribe. Mientras Trump parece abdicar de la posición de los Estados Unidos como líder global, China parece lista, deseosa y totalmente capaz de asumir la tarea.

Esto debería generar temor debido a que China no respeta o promueve ideales democráticos o derechos humanos. Muchos en Europa están preocupados por la creciente apertura China a los países del bloque oriental. Los gobiernos de Polonia y Hungría, muy cercanos al autoritarismo, han acogido la inversión china debido a que esta no conlleva obligaciones políticas, lo que ha generado un riesgo para la insistencia europea, a estos países, de mantener su compromiso con la democracia y la defensa de los derechos humanos, como requisito para mantener su membresía en la unión europea.

En el Medio Oriente todo parece indicar que el régimen de Bashar Al Assad ha ganado la guerra civil en Siria, y que Rusia ha consolidado su presencia en la región. Arabia Saudita e Irán continúan peleando su guerra de poder en Yemen, y el reino wahabí mantiene su postura sobre la situación libanesa, afirmando que dicho país no puede sobrevivir mientras el Hezbollah, apoyado por Irán, se mantenga armado. La posibilidad de que estos dos estados convivan pacíficamente es pequeña mientras Irán continúe representando una amenaza militar y nuclear para Arabia Saudita y sus aliados en el Medio Oriente.

La decisión de Donald Trump de reconocer Jerusalén como la capital de Israel ha dejado el proceso de paz palestino en un estado de confusión. Mientras que la derecha israelí ha aplaudido la medida, el presidente de la Autoridad Palestina Mahmoud Abbas anunció que sus gobernados ya no tratarán con los Estados Unidos, y que planea congelar el proceso de paz promovido por dicho país. Trump aún no se ha dado cuenta de que el proceso de paz en esa región no es un trato de bienes raíces de suma cero, sino una negociación que requiere tacto y matizado, visión y cuidado. Trump carece de las cuatro, y el impacto real de esta decisión, en toda su amplitud, será conocido en los próximos meses.

Corea del Norte continúa su marcha para convertirse en una potencia nuclear al probar, con éxito, misiles capaces de golpear el territorio continental estadunidense. China parece no tener la capacidad o la voluntad de controlar a Kim Jong Un, o de convencerlo, o forzarlo, para que deje su programa nuclear y reduzca las tensiones en la península de Corea. Las recientes pruebas de misiles balísticos parecen probar que el país asiático ya tiene la capacidad de construir armas nucleares, así como de lanzar ojivas. Creo que la comunidad internacional debe aceptar la fuerza nuclear norcoreana, y trabajar en llevar al país a la mesa de negociación, para encontrar la forma de asegurar que su capacidad destructiva permanezca en desuso.

En América Latina, Nicolás Maduro mantiene a Venezuela en ruta para convertirse en una catástrofe económica y social. La economía nacional está en quiebra, y su sistema político es, de acuerdo con criterios prácticos, una dictadura. La oposición venezolana no hace mucho para ayudar a su causa, y no tiene la capacidad o la voluntad de unirse en un bloque único capaz de vencer a maduro en las encuestas. Todos quieren ser líderes, una gran enfermedad que bloquea el cambio de gobierno en muchos países.

Cuba enfrentará un gran cambio en abril del 2018, cuando logre la transición al primer gobierno no liderado por un Castro en más de 50 años. La antipatía que tiene la administración de Trump hacia Cuba amenaza con deshacer los logros positivos alcanzados por la apertura del ex presidente Obama con la isla. Esto podría llevar a una renovada dificultad económica si se incrementan las sanciones y si la inversión y el comercio con los Estados unidos, sin mencionar las remesas que envían los cubanoamericanos a sus familias en la isla, se detuvieran. Una continua interrogante es si una Cuba post Castro podría convertirse en una democracia más pluralista, con espacio para la oposición política, el diálogo interno y el debate abierto.

Evo Morales, presidente de Bolivia, ha decidido ignorar las opiniones de una mayoría que votó, en un referendo, en contra de un nuevo mandato y ha usado a la Suprema Corte (controlada por sus aliados) para legitimar su candidatura. Morales está siguiendo el ejemplo de muchos líderes latinoamericanos del pasado (y de algunos actuales, como Maduro y Ortega en Nicaragua) al tratar de mantenerse en el poder por siempre y a cualquier costo. Esto, en contadas ocasiones, termina bien.

En África también parece reinar el deseo de mantenerse al poder a pesar de los límites constitucionales. En la República Democrática del Congo, el presidente Jospeh Kabila continúa ignorando los llamados locales e internacionales para convocar a elecciones. En Zimbabue, el ex presidente Robert Mugabe fue finalmente depuesto después de 37 años de dominio absoluto. Pero su sucesor, Emmerson Mnangagwa, se ha rodeado de oficiales militares y aliados de Mugabe – un signo no muy positivo en un país que africano que ha pasado de ser en su momento el granero del continente a no tener nada.

En Europa occidental, las fuerzas liberales y democráticas han logrado hacer frente, de manera exitosa, a los retos promovidos por los populistas en la extrema derecha. Sin embargo, su mera existencia, así como su nivel de apoyo electoral deberían ser un signo de alarma. El hecho de que los partidarios de esta ideología hayan conseguido un lugar en el parlamento alemán ha dejado a muchos en el continente pensando sobre el impacto de la extrema derecha tiene en una Europa liberal, mientras los estados satélites de la ex Unión Soviética parecen estar dirigiéndose hacia modelos de gobierno más autoritarios. Todas estas son causas de preocupación.

Rusia tiene la reputación de interferir en elecciones democráticas cuando busca debilitar alianzas en occidente, en su búsqueda de incrementar su influencia alrededor del mundo. El señor Putin continuará mostrando sus ciber músculos, y los países democráticos tendrán que encontrar nuevas formas de bloquear los intentos rusos de infiltrar sus ciberespacios, o penetrar el propio universo web ruso para poder herir a su dirigencia. Sin embargo, mientras las sanciones contra Rusia están empezando a dañar a los aliados de Putin entre los oligarcas, es necesario preguntarse si Putin se está convirtiendo en una catástrofe para los billonarios de Rusia, la mayor fuente de apoyo político y económico del presidente.

Más cerca de casa, la renegociación del TLCAN no parece estar desarrollándose de manera positiva, según algunos reportes. La administración de Trump parece estar buscando una importante victoria para los Estados Unidos a expensas de Canadá y México, haciendo que muchos se pregunten si el bloque seguirá siendo viable en el futuro. De hecho, las demandas recientes introducidas por los negociadores estadunidenses van en contra de las posiciones mexicana y canadiense, dejando a todos con la impresión de que Trump está haciendo todo lo posible para apaciguar a sus seguidores y encontrar una manera de acabar con el TLCAN, cumpliendo así una de sus principales promesas de campaña. Las próximas elecciones intermedias en el Congreso estadunidense, y las próximas elecciones presidencial, legislativa y para gobernadores en México proyectan mayor incertidumbre sobre el 2018.

En lo positivo, la economía global continúa creciendo, y el desempleo ha disminuido en diversos países alrededor del mundo. El sistema económico está siendo sujeto a importantes cambios estructurales, pues la inteligencia artificial, así como el libre mercado han afectado fuertemente los trabajos y tecnologías tradicionales que alguna vez produjeron. Visto desde una perspectiva de largo plazo, esto sólo es una continuación de los cambios iniciados durante el siglo XX, cambios que llevaron a una importante mejora en la calidad de vida de todos los habitantes del orbe.

De acuerdo con el administrador del PNUD, Achim Steiner, las tasas de pobreza extrema en el mundo se han reducido a la mitad desde 1990. Pero 650 millones de habitantes en diversos países aún viven en condiciones de extrema pobreza. Así que, aún con el progreso logrado, ¡todavía falta mucho por hacer!

El reto para los siguientes años será alcanzar un crecimiento macroeconómico que se traduzca en crecimiento a nivel microeconómico, en una cantidad suficiente, que ayude a erradicar la pobreza extrema y que logre que los ciudadanos promedio crean en poder alcanzar un mejor nivel de vida para si mismos y sus hijos.

Esto es clave para mantener al mundo en orden. De hecho, Steiner llamó al aumento de la desigualdad experimentada en las últimas décadas “una de las fuerzas más corrosiva para la cohesión nacional, la paz y la seguridad global. Es una dura realidad la que enfrentamos, en una sociedad en la cual el uno por ciento de la población es dueña de la mitad de la riqueza mundial, nos estamos dirigiendo a fracturas, por la forma en que miramos a nuestras propias sociedades, terminarán destruyéndonos”.

Algo en que pensar.

Una antigua maldición China dice: Que vivas en tiempos interesantes.

En la actualidad hay muchos cambios desarrollándose, y no hay forma de predecir que sucederá en el 2018. Si el 2017 puede dar algún indicio, los mismos cimientos de nuestros sistemas de creencias serán puestos a prueba.

Y el 2018 continuará desconcertándonos.

Escuchen mis palabras, será un año muy interesante.

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