de

del

Jhonny Brea
Foto: Notimex
La Jornada Maya

Viernes 20 de diciembre, 2019

Cri-Cri tenía una canción que decía algo así como que el invierno es un viejo que tortura con agujas de cristal. No había entendido esa metáfora hasta que vi que esa estación del año coincide con el tiempo en que se hacen públicos los presupuestos para el siguiente, lo que incluye los ingresos y egresos de la administración.

Una vez que las leyes de ingresos obtienen el sí, un fantasma recorre la casa… el del aguinaldo en modo jonrón: se va, se va, se va y se fue.

Aquí es como si la Estrategia Integral de Defensa de la Quincena se estrellara contra un arrecife, el del Congreso del estado, donde nada más lo perjudican a uno cuando aprueban el presupuesto.

Como podrán imaginar, andaba pasando la aspiradora para eliminar telarañas de las paredes (ustedes saben, las labores propias de mi sexo), cuando La Xtabay llegó con el recibo de la CFE. Acá entre nos, dada nuestra política de austeridad doméstica que data desde mucho antes que la 4T, hemos logrado mantener relativamente bajo nuestro consumo de electricidad. Sin embargo, quedamos en esa enorme franja de los que se verán obligados a pagar el ocho por ciento extra por el impuesto para seguridad, que viéndolo con sospechosismo, hasta parece extorsión: pagas para estar seguro… seguro de que estás cautivo.

“¿Tú qué dices? ¿Se va tu aguinaldo en pagar el derecho de piso?”, me lanzó La Xtabay sin anestesia alguna para el bolsillo. Obviamente, mi cartera estaba más que acalambrada. Y sus números no estaban muy lejos de la realidad.

Sacando cuentas, llegamos a la conclusión de que los únicos que pagan menos de 200 pesos a la CFE son los que tienen paneles solares. Sólo esos la van a librar. Así que haciendo acopio del aplomo de macho omega grasa en pecho, espalda peluda, nalga pasada por esmeril, abdomen de lavadora y bebedor de cerveza light, le propuse que buscáramos constituir una sociedad para conformar una empresa de venta e instalación de paneles solares. Por lo pronto somos ella y yo, y necesitamos más socios capitalistas. El negocio es seguro; luego pedimos un crédito de MicroYuc y cinchao que nos lo aprueban porque con el aumento que vamos a ver en nuestro recibo de luz el próximo año vamos a quedar en condición de vulnerabilidad. Requisito único: querer evadir ese nuevo impuesto.

Esos han sido nuestros preparativos de navidad, una época de la que también vemos cómo sobrevivir. Entre la heladez, las invitaciones a comer y beber, las posadas del trabajo en las que dicen que uno puede convivir con los compañeros (los veo todos los días ¿y quieren que convivamos?). Pero bueno, dicen que también es época de perdonar, así que los perdono.

Otra de las cosas que me dan pavor en navidad es la música. No es que la odie, nada más que me cansa que sea la misma todos los años; ya no hay quien componga e interprete algo nuevo. Y lo admito, para algunas interpretaciones, prefiero por mucho a los chicos de los albergues del Ejército de Salvación, a los que con gusto les doy mi óbolo, contrario del pobre rapaz que grabó [i]El burrito sabanero[/i], al que de seguro jamás le pagaron regalías y ese es el motivo para que no exista una nueva versión hasta la fecha.

Lo peor es que las pesadillas de los años 80 nos persiguen hasta hoy. Uno puede abrir el espotifai buscando música del mundo y lo que se encuentra son playlists como “Piano navideño” (¡híjole, seguro está ahí el disco de Pedro Morquecho y su órgano Novacord, junto con el de Juan Torres y su órgano melódico!), “Una navidad con Yuri y Pandora” (¡Ay diosito! Y culmina con las cuatro entonando la de “Esta navidad” versión 1986), o “Navidad regional mexicana” (¡más música de fondo en supermercado!). Es como si no tuviéramos de otra más que el disco de Luis Miguel (¡horror!).

En fin, ya veremos cómo pasamos estos días. Y aunque uno vea cómo sobrevive, eso sí, les deseo a todos una muy feliz navidad.


[b]Macho omega que se respeta[/b]

Estoy convencido de que una canción como esa que dice “Por eso y muchas cosas más, ven a mi casa esta navidad” contribuye a la incidencia de depresión blanca, especialmente cuando la escucha uno en el súper.

[i][email protected][/i]


Lo más reciente

Joselu se viste de héroe y mete al Real Madrid en la final de la Champions League

'Los merengues' vencieron al Bayern; enfrentarán a Borussia Dortmund

La Jornada Maya

Joselu se viste de héroe y mete al Real Madrid en la final de la Champions League

Canirac ofrece café gratis a las personas que salgan a votar en Yucatán

Restaurantes se unieron con el Iepac y el INE para incentivar la participación

Rodrigo Medina

Canirac ofrece café gratis a las personas que salgan a votar en Yucatán

Con gran fiesta, la llama olímpica desembarca en Francia

Arribó a Marsella después de haber viajado desde Grecia a bordo de un velero

Afp

Con gran fiesta, la llama olímpica desembarca en Francia

Laboratorio de Teatro Campesino e Indígena estrena ‘Una edad feliz’

La obra cuenta la historia de Lilis Kikus, una niña que se divierte con la naturaleza

Astrid Sánchez

Laboratorio de Teatro Campesino e Indígena estrena ‘Una edad feliz’