de

del

Antonio Martínez
Foto: Ruta BBVA
La Jornada Maya

Viernes 15 de noviembre, 2019

El Paseo de los Dos Nombres de la Villa Blanca comienza en el Remate, una broma local destinada a desorientar a los foráneos, y se prolonga hacia el norte para terminar en el inicio, donde se levanta el llamado Monumento al Mestizaje. Es éste un conjunto escultórico de metal de agradable factura, elevado sobre una plataforma piramidal decorada con motivos mayas. El personaje principal es un europeo vestido a la usanza maya, del que conocemos su nombre hispano, Gonzalo Guerrero, que aparece sosteniendo una pesada lanza en su mano izquierda mientras con la derecha acaricia la cabeza de su hijo pequeño. Sentada en el suelo tras Gonzalo, su esposa, vestida a la usanza de los Altos de Chiapas, mira hacia el cielo en posición paciente, como si estuviera vendiendo artesanías, mientras el primogénito juega tras ellos despreocupadamente.

Estos personajes fueron protagonistas de una extraordinaria historia en tiempos de la conquista, de la que sólo han quedado retazos. Guerrero naufragó en Yucatán en 1511 junto con otros castellanos que navegaban de Panamá a Santo Domingo, fue capturado por los mayas, convertido en esclavo y luego en hombre libre, contrayendo matrimonio y teniendo hijos, y participando como guerrero en la lucha de resistencia contra los españoles. Invitado por un mensajero de Cortés a regresar con los castellanos, Gonzalo Guerrero se negó, quedándose con los suyos.

El contexto urbano en que se enclava el monumento es peculiar. Rodeado por una hermosa gasolinera de las verdes, un banco de intachable reputación, [i]Bancaimán[/i], y el Super Almacén de Morralla Superlativa, Sams, la familia Guerrero mira a su alrededor ligeramente sorprendida, como un grupo de lacandones súbitamente transportados a Miami, esperando a que pase el autobús que les saque de un lugar tan feo.

Regresando de una opípara comilona en la Hacienda de doña Beatriz de Montejo, un caluroso día de canícula en la Villa Blanca, el sufrido cronista don Orondo Batallas, a bordo de un Radiotaxi Tsuru del 87 sin aire acondicionado, detenido en el interminable semáforo del Monumento al Mestizaje, que dura alrededor de tres katunes, cree escuchar en su cabeza los diálogos de esta extraordinaria y simbólica familia, como si estuviesen vivos.

- Gonzalo, no seas malo, baja al Oxxo que se le ha acabado la fórmula al [i]ninio[/i]…
- Hmmmmmm.
- Gonzalo, porfa, cómprale una bolsa de guayas al del semáforo, que tengo antojo…
- Hmmmmmm.
- Gonzalo, ponte bloqueador que está muy fuerte el sol…
- Hmmmmmm.

Don Gonzalo es hombre parco y contesta generalmente con gruñidos, y ocasionalmente con expresiones que a su mujer le sigue pareciendo incomprensibles: Co-ni-o, Ca-la-ho, Co-pom… Es también hombre circunspecto y filosófico al que no le gusta el apodo que ha recibido recientemente de “padre del mestizaje”.

- ¡Que padre del mestizaje ni que carambas! ¿Cómo me acusan a mí de tal barbaridad? Padres del mestizaje ellos, que andaban violentando a cuanta manceba podían, y también algunos mancebos. Además ¿que no entienden que no soy español, ni quiero serlo, ni lo seré?

- No te preocupes Gonzalo, tus hijos son mayas, le consuela su esposa. Tú eres maya.
- Gracias mujer. Aquí soy un hombre libre. Y este peinado ridículo que me han puesto…
- No está tan mal, pareces un hípster en la playa…
- No te burles, esposa mía…
- Jamás de los jamases, mi amor, anda al cajero a ver si depositaron lo del Cabildo…
- Mendaces bellacos! Siempre con retraso. Les voy a recordar que me cambien la lanza por una más ligera, se queja Gonzalo, mientras desciende del pedestal para ir a hacer los mandados. Esta cosa no vuela ni tres metros…
- Y llévate al niño…

Ya de regreso en la frescura de la casa de su mamá, don Orondo reflexiona que existe un patrón en los materiales utilizados para los monumentos vernaculares que es un vil reflejo del sistema de castas yucatánico: para los personajes mayas se usa cemento (si es muy pequeño puede ser piedra) mientras los nobles metales se reservan para las gallardas figuras de los conquistadores extremeños y sus descendientes los patricios criollos.

No solamente eso, sino que, además, la escultura de tipo realista se reserva para la casta blanca dominante, mientras las esculturas de personajes mayas mantienen menor aprecio por las proporciones humanas, o ninguno.

La excepción, que comprueba esta regla, es que el Monumento al Mestizaje, a pesar de contar con personajes mayas, es de metal y estilo realista. Se reconoce así que Gonzalo Guerrero, a pesar de ser un vil traidor para los conquistadores de entonces y de hoy, merece una escultura metálica por el simple hecho de haber nacido en Hispania, privilegio que no te quitas, aunque te maten tus propios compatriotas y que en esta ocasión se extiende a su familia maya. [i]Proditor es sicut nos[/i].

Mientras sus ojos se entrecierran tumbado en su hamaca en la veranda, el esforzado cronista elucubra que la disposición del monumento, con Gonzalo Guerrero mirando fieramente hacia Progreso, podría interpretarse como una metáfora del futuro promisorio del mestizaje, aunque sabe con certeza que se dispuso a propósito orientada hacia el norte, por el miedo que les da a los albavillenses que su espíritu regrese a luchar contra los del Remate.

[i]Mérida, Yucatán[/i]
[b][email protected][/b]


Lo más reciente

Misterioso pájaro estaca se camuflajea entre los troncos de los árboles

Especial: Fauna Nuestra

Gabriel Graniel Herrera

Misterioso pájaro estaca se camuflajea entre los troncos de los árboles

La y los candidatos a la alcaldía de Motul se enfrentan en debate

Aspirantes tuvieron la oportunidad de exponer sus principales propuestas de gobierno

Astrid Sánchez / Rodrigo Medina

La y los candidatos a la alcaldía de Motul se enfrentan en debate

Luis G. Urbina ante la vaquería

Noticias de otros tiempos

Felipe Escalante Tió

Luis G. Urbina ante la vaquería

Claudia Sheinbaum presenta proyecto para reducir la pobreza y desigualdad

Para ello, la aspirante propone un crecimiento del PIB aunado a los programas sociales

La Jornada

Claudia Sheinbaum presenta proyecto para reducir la pobreza y desigualdad