de

del

Felipe Escalante Tió
Foto: Twitter @Uber
La Jornada Maya

Lunes 29 de septiembre, 2019

El crecimiento económico de un país está directamente vinculado con la capacidad de su población para generar un ingreso. México en particular tiene una relación perversa con sus habitantes, pues aunque es común afirmar que el índice de desempleo está a la baja, más de la mitad de la población económicamente activa trabaja en la informalidad; es decir, sin obtener prestación alguna y especialmente sin pagar Impuesto Sobre la Renta (ISR).

Otra característica de la vida laboral en México es que muy pocas personas tienen una sola actividad para obtener ingresos. Hombres y mujeres suelen tener un trabajo fijo que les exige un horario y otro algo más flexible en cuanto a tiempos “para completar”. Esto se da en todos los estratos socioeconómicos. Lo mismo se observa a un ama de casa u oficinista que en sus ratos libres (en realidad tiempo que no pasa con su familia) vendiendo zapatos o cosméticos por catálogo, que médicos de Instituto Mexicano del Seguro Social que atienden consulta privada. En los últimos cuatro años se ha vuelto frecuente escuchar de algún conocido que su nueva alternativa es “ser Uber”, nombre que ha terminado por aplicarse a todos los que prestan el servicio de transportación a través de una plataforma.

Sin embargo, no todas las plataformas han recibido igual trato. Precisamente Uber es la que más conflictos ha tenido para establecerse. Ha sido precisamente esta empresa la que ha encontrado mayores resistencias, visibles primero en los ataques por parte de las distintas agrupaciones de taxistas. Por supuesto, las autoridades también han hecho lo suyo para obstaculizar su entrada; entre la persecución de que fueron objeto sus socios en Campeche y la lentitud para reconocer legalmente el servicio en Quintana Roo, el abanico de dificultades se ha hecho amplio.

Lo llamativo, porque es síntoma inequívoco de la descomposición del mercado laboral mexicano, es que una empresa que pretende funcionar legalmente eso sin dejar de reconocer que su giro fue completamente disruptor para las legislaciones laboral y de movilidad mexicanas– necesite recurrir a un amparo para ello; es decir, que necesite la protección de la justicia para realizar una actividad que paga impuestos. En pocas palabras, existen obstáculos estructurales para todo aquel que desee desarrollar una actividad económica formal.

Más grave resulta que a pesar de ese amparo, la autoridad de Transporte detenga a los socios de Uber en Cancún. Es una actitud que justifica el uso de la palabra “persecución” para describir lo que están padeciendo los conductores y quienes se atreven a emplearlos. Aquí también, quienes estén detrás de esas detenciones estarían incurriendo en desacato a la autoridad federal, además de que estarían enviando un mensaje fuera de toda lógica: No importa que pretendas trabajar legalmente y pagando impuestos; si yo no quiero, no lo harás.

El mensaje, lamentablemente, no está dirigido únicamente a Uber. Los directamente afectados son personas como cualquiera, nuestros vecinos, que están buscando una forma de obtener un ingreso de manera legal, contribuyendo al desarrollo económico de Quintana Roo y de México; son gente que por un lado no ha logrado insertarse al mercado laboral satisfactoriamente –incluso rechazados por este mismo mercado por cuestiones de edad, género o simpatías partidistas– y aun así pretende hacerlo formalmente. ¿Qué opciones se les deja para “alcanzar llegar a la quincena”?.

El agravio no es sólo contra los socios de Uber. Se dirige para todos aquellos que pretenden abrir un negocio, crear empleos, ofrecer un esquema novedoso de trabajo. La capacidad de innovación siempre estará por delante del entramado legal; hace falta mucha más visión e inteligencia para reconocer que lo importante es una economía sana, formal, y humildad para admitir que una ofensiva contra nuevas formas de organización del trabajo terminarán minando la legitimidad de la autoridad. Los obstáculos, de alguna manera, siempre pueden ser vencidos.


[b][email protected][/b]


Lo más reciente

Sacmex denuncia sabotaje en pozo de la alcaldía Álvaro Obregón en CDMX

Reportó el hallazgo de un compuesto de aceites degradado en el agua extraída

La Jornada

Sacmex denuncia sabotaje en pozo de la alcaldía Álvaro Obregón en CDMX

La Mérida que se nos fue

Noticias de otros tiempos

Felipe Escalante Tió

La Mérida que se nos fue

Seis horas encerrado vuelven loco a cualquiera

Las dos caras del diván

Alonso Marín Ramírez

Seis horas encerrado vuelven loco a cualquiera

Dorothy Ngutter concluye su encargo al frente del Consulado de EU en la península de Yucatán

La diplomática se reunió con Mara Lezama durante una visita que realizó a QRoo

La Jornada Maya

Dorothy Ngutter concluye su encargo al frente del Consulado de EU en la península de Yucatán