Margarita Díaz Rubio
Foto: Rodrigo Díaz Guzmán
La Jornada Maya
Viernes 19 de Julio, 2019
Para la mayoría de nosotros el cuidado de los archivos resulta intrascendente, pues por lo general se considera que sólo son papeles viejos. Considero que un país sin memoria es un país que no puede comprender su pasado, y menos afrontar su futuro. Cuando esos papeles viejos están en los archivos y son bien preservados, nos recuerdan lo que fuimos y lo que hicimos.
Los archivos son los custodios del recuerdo, pues es casi imposible pensar en los grandes acontecimientos de la historia sin los testimonios escritos. Por lo general esos documentos son involuntarios y frutos de la actividad cotidiana, lo que los hacen un magnífico testimonio de la realidad que nos emociona.
Los archivos son centros discretos pero llenos de posibilidades, y son, a modo de clínicas neurológicas, donde no se permitirá nunca que un país sufra Alzheimer.
En la ciudad de Mérida existen varios archivos gubernamentales y dos privados de consulta pública: el de la Arquidiócesis y el de ProHispen, que tiene nueve archivos interesantes para los investigadores y para la población en general.
Desde estos renglones felicito a los archivistas que se dedican a cuidar esos “papeles viejos” y les agradezco que de esa manera preserven nuestra memoria histórica.
[i]Mérida, Yucatán[/i]
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