Independencia de combustibles fósiles

Efraín Villanueva Arcos*
Foto: Ap
La Jornada Maya

Miércoles 20 de marzo, 2019

Otro caso emblemático a nivel internacional de transiciones energéticas sumamente exitosas, además del ya reseñado de Alemania (La Jornada Maya, jueves 7 de marzo), es el de Dinamarca (DK), con la den gronne omstilling, como se le conoce en dicho país, que pretende la total independencia de combustibles fósiles en su sistema energético para 2050, basándose fundamentalmente en dos tecnologías con fuentes renovables: la eólica y la bioenergía.

Como uno de los países pioneros en el uso de la energía eólica, aprovechando los intensos vientos provenientes del Mar del Norte, DK ha obtenido experiencia sustancial desarrollando tecnología para generar electricidad y conocimiento para pronosticar las variaciones en la fuerza de los vientos, permitiéndole cubrir 40 por ciento de sus necesidades con esa fuente, y de paso demostrar que una red puede estar bien equipada para colocar gran cantidad de energía renovable variable. Este desarrollo tecnológico ha estado sólidamente sustentado por la participación de instituciones académicas como la Universidad Técnica de Dinamarca, cuyo expertise en toda la cadena de valor de la energía eólica es exportado a otras partes del mundo, entre ellas a México.

Las transiciones energéticas son procesos de largo plazo, que se inician y se van transformando con los desarrollos tecnológicos y las coyunturas políticas nacionales. En DK, desde los años 80 se fue incubando una política energética que se caracterizó por “acuerdos políticos” entre el gobierno en turno con varios partidos políticos representados en el Parlamento, acuerdos que contribuyeron a la continuidad al constituir la base de regulaciones e iniciativas en el sector energético que se convirtieron en una combinación de objetivos con metas de corto plazo y estrategias flexibles, asegurando estabilidad aún en tiempo de cambios políticos.

En febrero de 2011 se concretó la Estrategia Energética 2050, la primera tanto en DK como en el mundo en establecer un número de iniciativas puntuales para alcanzar una completa independencia de los combustibles fósiles en todos los sectores energéticos. Ese mismo año, en octubre, se formó en DK una nueva coalición política integrada por los Partidos Socialista, Democracia Social y Liberal-Social, que fue más allá estableciendo objetivos transversales tales como: 1) 100 por ciento de renovables en todos los sectores energéticos para 2050; 2) 100 por ciento de renovables en electricidad y calor para 2035 (con 50 por ciento de consumo de electricidad basada en energía eólica para 2020); 3) cierre de las plantas generadoras de electricidad a base de carbón y eliminación de los calentadores de petróleo en el sector residencial para 2030; 4) reducción del 40 por ciento de los gases efecto invernadero para 2020 (respecto de los niveles de 1990).

[b]Energía verde e implementación de medidas de eficiencia[/b]

El enfoque intersectorial en la transición energética danesa se ha basado en dos pilares: la adopción de energía verde en los sectores de electricidad, calor y transporte, y la implementación de medidas de eficiencia energética. En todos estos han avanzado sustancialmente. El sector eléctrico hoy puede cubrir 40 por ciento de sus necesidades con la energía eólica; el sector de calor, tan necesario para calentar los hogares y los negocios en los largos e intensos períodos invernales, está transitando del carbón a la biomasa, generando nuevos retos pues una sociedad como DK produce cada vez menos basura por lo que mucha de su biomasa tiene que ser importada impactando los precios; por su parte, el sector transporte transita rápidamente -como en Noruega- a esquemas de alcanzar un parque vehicular 100 por ciento eléctrico.

Hoy, el desarrollo de parques eólicos en DK ha llegado a tal grado de expansión, que iniciaron la instalación de enormes aerogeneradores en el mar (de más de 8 MW de capacidad c/u) con la aplicación de exitosos esquemas de subastas para energía eólica “offshore”, procesos que incluyen un esquema importante para los ciudadanos vecinos costeros pues les ofertan la posibilidad de ser dueños de hasta un 20 por ciento del proyecto, con lo que se logra el apoyo social para los mismos.

Las transiciones energéticas son, entonces: acuerdos políticos de largo plazo para lograr la descarbonización de la economía, desarrollos tecnológicos en las energías verdes que incuban nuevos negocios y empleos, y oportunidades para el empoderamiento energético de los ciudadanos.

*Sociólogo.

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