de

del

Felipe Escalante Tió
Foto: Jesús Villaseca
La Jornada Maya

Viernes 1 de diciembre, 2017

Dicen que la historia se repite, aunque nunca de la misma forma, pues de hacerlo exactamente se demostraría que los seres humanos estamos determinados, condicionados a un destino y el libre albedrío es una ficción. El hecho lo vimos, fue la noticia y las reacciones predecibles. Primero, la noche del domingo pasado, corrió el rumor de que José Antonio Meade Kuribreña renunciaría a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y la mañana del lunes ya era un hecho. Y más: a media mañana se encontraba en el salón Tesorería de Palacio Nacional para la reedición del destape, incluido el respaldo de sus compañeros que también aparecían en las encuestas; siguieron las cascadas voces de “los tres sectores”, y después los gobernadores, que hasta lo presumen como amigo.

Sí, fue el retorno del ritual, de las viejas formas que se creían desaparecidas, aunque nunca se fueron. La mitología que presupone al Presidente como un ser omnipotente e infalible en la decisión de su sucesor la hemos seguido sosteniendo no los militantes de los partidos, sino nuestra poca formación como ciudadanos. Recordemos que tanto de Vicente Fox como de Felipe Calderón se esperó que designaran a “sus” candidatos; al primero se le apareció El Hijo Desobediente y al segundo se le impuso un sector de su partido que terminó postulando a Josefina Vázquez Mota. Con el PRI de nuevo en Los Pinos, ¿por qué no iba a volver a la liturgia?

La función de los rituales es brindar seguridad, asegurarnos de que se controla un proceso muy superior a la fuerza individual. Por eso la manifestación “de unidad”, aunque el apoyo real los líderes sea de dientes para afuera. Lo importante es el despliegue de disciplina, enseñar el músculo, manifestar la certeza de que se está con el candidato aún antes de que lo fuera.

Revivir la liturgia va mucho más allá de la elección del candidato del tricolor a la Presidencia. Involucra también a todos los estados en los que se elegirá gobernador, como es el caso de Yucatán. Los rituales, recordemos, también tienen que actualizarse y responder a nuevas demandas; ya el estado tuvo en su historia contemporánea un gobernador por un “miniperíodo” o sesquienio, a fin de que la elección de Presidente y gobernador coincidiera. ¿El motivo? Que ambos fueran “amigos” y pudieran discutir la relación entre el estado y el gobierno federal.

Pero la selección de candidato a gobernador de Yucatán ha sido, históricamente, un desafío mayúsculo para el gobierno nacional. No en balde durante el porfiriato fue uno de los tres estados en los que durante 20 años no se permitió la reelección del mandatario.

En efecto, en la [i]Colección Porfirio Díaz[/i], que resguarda la Universidad Iberoamericana, es posible consultar correspondencia del entonces presidente con distintos personajes yucatecos y, cuando se acercaba el momento de cambiar al gobernador, aparecía algún enviado, de mucha confianza del Héroe del 2 de abril, cuya misión era auscultar quién podía ocupar la gubernatura yucateca de manera tal que hiciera coincidir los intereses del gobierno nacional con los del grupo de poder local que lo apoyara, y los propios.

Como bien ha indicado Marisa Pérez de Sarmiento en [i]Las Razones de la ‘Alternancia’[/i] (Instituto Mora, 2008), ninguno de los procesos electorales de Yucatán realizados entre 1877 y 1910 se sustrajo de la tutela y el arbitraje presidencial, y éste fue determinante para favorecer a uno u otro círculo político local.

Podemos revisar la historia de Yucatán incluso después del asesinato de Felipe Carrillo Puerto, y vamos a encontrar nuevamente que el nombramiento del gobernador e incluso la caída de algunos que ocuparon el cargo, estuvo ligada a la intervención del presidente en turno.

Ahora, ¿cómo se definió en tiempos de don Porfirio quién debía ocupar el cargo? Siempre existieron varios factores entre los cuales el apoyo interno era un factor de peso, pero nunca el determinante. Jamás la política local, o la capacidad de convocatoria del aspirante al gobierno del estado, han sido clave para su ascenso. Intervienen, también, los lazos que éste pueda tener en la administración federal. En tiempos más recientes, los candidatos a la gubernatura han salido del Congreso de la Unión.

En el siglo XIX y principios del XX también se permitió la actividad de los grupos aspirantes a gobernar el estado. Hubo quien recolectó firmas de apoyo, o quienes realizaron convenciones; otros organizaron sociedades antirreeleccionistas y unos más patrocinaban periódicos. En pocas palabras, construyeron el apoyo interno, pero fracasaron en trascender a la esfera política nacional. En los últimos meses hemos visto anuncios espectaculares, encuestas, actividad en redes sociales, reuniones “de generación” de las preparatorias de la UADY, pero los suspirantes no logran más que “mostrar el músculo” local.

Si en más de 100 años nuestra participación política ha cambiado tan poco, el retorno del ritual priísta no tiene por qué sorprendernos. Podemos decirnos ciudadanos, pero seguimos haciendo apuestas, y hasta poniendo veladoras, para que salga “nuestro gallo”. Insistimos en que la compra y la coacción del voto siguen siendo prácticas habituales en el período electoral, y fomentamos que el diputado “regale” desde artículos electrodomésticos hasta su sueldo, y en el camino olvidamos que su función principal es la de promover cambios en las normas que rigen la convivencia en la sociedad.

Como en tiempos de don Porfirio, no dudo en que el candidato del PRI al gobierno de Yucatán ya esté definido. Si en el siglo XIX se recurría a enviados, la Secretaría de Gobernación le “toma el pulso” periódicamente al estado, aplicando encuestas. En la decisión, sin embargo, tiene mano José Antonio Meade. Veremos quién es más “amigo”.

[b][email protected][/b]


Lo más reciente

Gobierno Federal expone caso de presunta corrupción contra María Amparo Casar por cobro de pensión vitalicia

La presidente de Mexicanos contra la Corrupción denunció ante el INAI la filtración de sus datos personales

La Jornada

Gobierno Federal expone caso de presunta corrupción contra María Amparo Casar por cobro de pensión vitalicia

Mujeres de Solidaridad cuentan con seis puntos violetas para su atención

Los centros buscan hacerle frente a la violencia de género en el municipio

La Jornada Maya

Mujeres de Solidaridad cuentan con seis puntos violetas para su atención

Invitan a prevenir golpes de calor en humanos y mascotas en Solidaridad

El ayuntamiento recomienda hidratarse y evitar la exposición prolongada al sol

La Jornada Maya

Invitan a prevenir golpes de calor en humanos y mascotas en Solidaridad

Entra en funciones el lunes oficina de la SRE en el Aeropuerto Internacional de Tulum

Al igual que en Cancún y en 'Playa', el sitio expedirá pasaportes de lunes a viernes

Miguel Améndola

Entra en funciones el lunes oficina de la SRE en el Aeropuerto Internacional de Tulum