Raúl Godoy Montañez
Foto: Rodrigo Díaz Guzmán
La Jornada Maya
Lunes 23 de octubre, 2017
El Festival Internacional de la Cultura Maya ha sido, desde su fundación en 2012, un importante espacio para la difusión de la cultura, arte y ciencia de esa milenaria cultura, que dio origen y sentido a nosotros los yucatecos.
Pero, para poder entender el verdadero impacto que la cultura maya tuvo y sigue teniendo en nuestro estado, tenemos que buscar la comprensión de su visión del mundo.
Por eso me enorgullece poder representar al gobernador Rolando Zapata Bello en esta Quinta Mesa Redonda del Mayab, centrada precisamente en la concepción del universo y la naturaleza que tenían los mayas.
Una concepción que tenemos la obligación de rescatar incluso el día de hoy, por las importantes enseñanzas que nos traen para la ciencia, el arte y, en particular, la preservación de nuestro planeta.
“Para los Mayas, los seres sobrenaturales crearon el cosmos con una finalidad precisa: la conservación de su propia existencia a cargo de un ser especial, el hombre, motor y eje del cosmos.”
Así lo señala la doctora Mercedes de la Garza, destacada investigadora e historiadora de la UNAM, y que este año será reconocida en el marco de esta Mesa Redonda del Mayab con la medalla Yuri Knosorov por su destacada trayectoria académica.
Como podemos apreciar, el concepto de conservación se encuentra presente en el origen mismo del universo.
El ser humano es motor de la conservación de todo lo que les rodea, y en torno a este objetivo gira la acción humana.
¿Y cómo poder preservar lo que no conocemos?
La cultura maya alcanza, a lo largo de su historia, un desarrollo extraordinario en diferentes campos del conocimiento: la organización social, las artes, la comunicación, mismos que para la sociedad contemporánea mundial son motivo de interés y estudio, ya que mantienen su pertinencia para ayudarnos a construir las renovadas sociedades locales y planetaria a las que aspiramos.
Los mayas matemáticos siguen causando admiración como filósofos de la ciencia
Los mayas astrónomos son respetados no sólo por su capacidad de observación y registro, sino por haber tenido el talento de traducir éste en significados y valor cotidiano tanto para la organización social y productiva como para la arquitectura.
Los mayas filósofos provocan respeto por la concepción de sus modales calendáricos.
Los mayas ingenieros y arquitectos aún deslumbran al mundo con sus grandes ciudades y edificios emblemáticos.
Los mayas agricultores mantienen vigente una discusión de carácter mundial sobre la sustentabilidad de las prácticas de policultivos.
Los médicos mayas con su gran herbolaria mantienen viva la esperanza de una farmacia emergente más justa.
Los mayas apicultores nos asombran con su conocimiento de la flora y su capacidad de proveer dulce y salud mediante el manejo de los meliponinos.
Y así, con un conocimiento profundo del universo y su funcionamiento, y con la visión de que conservarlo era una labor del ser humano, los mayas construyeron una civilización cuyo legado sigue vivo hasta nuestros días.
Es nuestra obligación mantener ese legado, rescatar todos sus conocimientos y comunicar sus enseñanzas.
Los mayas que fueron y siguen siendo hoy, confían en que no dejaremos morir la lengua y escritura que dieron sustento a su comunicación por tantos años.
Los mayas que interpretaron el origen de la vida y la sociedad mantienen vigente su contribución a la filosofía contemporánea.
Para fortuna nuestra, de mexicanos y yucatecos, muchos de estos conocimientos, saberes y prácticas culturales se mantienen presentes en diferentes grados en el pueblo maya de hoy y en la sociedad yucateca en su conjunto.
Este encuentro con, y de, la cultura maya, es la gran oportunidad para continuar estudiando, difundiendo, debatiendo, descubriendo, transfiriendo, preservando, comunicando lo que esta gran cultura fue y sigue siendo y, seguramente contribuirá a proponer estrategias, acciones que nos permitan conocer y apropiarnos de las lecciones de un pasado extraordinario así como de los saberes vigentes derivados de esta gran civilización, de tal manera que se fortalezca nuestra identidad y se construya en este marco, un escenario de encuentro con otras culturas e identidades que mutuamente las enriquezca.
Esta Mesa Redonda nos presenta la oportunidad de hacerlo, gracias a la participación de algunos de los más importantes investigadores en la materia.
Y, a lo largo de esta sexta edición del FICMaya, podremos darnos cuenta de la sabiduría que las civilizaciones milenarias construyeron.
Una sabiduría que debemos aprovechar para comprender que la preservación de nuestro planeta es el reto más grande y más decisivo de la humanidad.
A nombre del gobernador Rolando Zapata Bello, les doy la bienvenida a Yucatán, y al FICMaya.
Estoy seguro de que todos los conocimientos que de estas experiencias surjan serán de gran provecho para toda la humanidad.
*Discurso pronunciado en la inauguración de la Quinta Mesa Redonda del Mayab
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