Manuel Alejandro Escoffié
Foto tomada de https://hammer.ucla.edu
La Jornada Maya
Viernes 22 de septiembre, 2017
Tachar de mero placer culpable o simple kitsch a la filmografía de Rodolfo Guzmán Huerta, mejor conocido nacional e internacionalmente como Santo, El Enmascarado de Plata, y que mañana 23 de septiembre cumpliría su centenario de vida, resulta igual de tentador que sucumbir a los labios y los colmillos de la despampanante Ofelia Montesco en Santo vs. Las Mujeres Vampiro (1962). De hecho, me atrevo a especular que más de uno de nosotros quizás haya caído en algún momento bajo tal tentación. Pero, por otro lado, quienes nadan en la comodidad de dicho prejuicio quizás jamás hayan considerado que películas como estas, para bien o para mal, no se las ingenian con únicamente coincidencias o suerte para capturar la imaginación de un público más allá de las fronteras mexicanas; incluyendo el de Europa, Asia y Medio Oriente. Algo especial ha de haberse identificado en ellas como para tomarlas lo bastante en serio; hasta el grado de elevarlas al nivel de objetos de estudio. Y sospecho que se debe al mismo elemento por el cual algunos van tan lejos como para llamarlas “surrealistas”: su sincero, inocente y desarrollado sentido de incongruencia. Por ello me refiero a la confianza (o temeridad) de hacer co-existir a la lucha libre mexicana con el cine fantástico hollywoodense; como si ambas estuviesen hechas la una para la otra, sin que nadie tuviese el tiempo, la paciencia o el corazón para indicar lo contrario.
Esta inocencia/ignorancia difícilmente posea más certera encarnación que en Santo vs. La Invasión de los Marcianos (1966), bajo la dirección de Alfredo B. Crevenna. Estrenada cinco años tras la crisis de misiles cubanos, no pierde tiempo en dejar clara su gran consternación por la humanidad y su sed de energía radioactiva, poniéndola inequívocamente en boca de los susodichos marcianos. Estos seres, por alguna desconcertante y nunca aclarada razón consistentes en hombres y mujeres de una apariencia teutónica, atlética y con un cabello predominantemente rubio (un probable sueño húmedo de Goebbels), harán cualquier cosa por comprometer a los gobiernos del mundo en un desarme nuclear; empezando, en orden de prioridades, con México (Porque como bien sabemos, en cuanto a bombas nucleares, jamás le hemos pedido nada a la Unión Soviética o a Corea del Norte). Inclusive tomarse la conveniente molestia de hablar español mexicano desde su primeros segundos en pantalla, hacer que desaparezcan civiles con efectos baratos de disolvencia, cambiar sus atuendos tradicionales de Marte por togas seudo-greco romanas con el propósito de parecer más “normales” frente a los terrícolas, y enfrentarse al Enmascarado de Plata dentro y fuera del ring que lo hizo inmortal; esto último solamente para acabar emperrados en atraparlo y llevarlo al planeta rojo, pese a que tal insistencia parece hacerles perder completamente de vista la razón por la cual decidieron visitar la tierra en primer lugar.
Semejante cadena de circunstancias plantea interrogantes que, lejos de conformarse con apelar a la capacidad para la suspensión de incredulidad en cualquier espectador, parecen desafiarnos a llevar dicha capacidad hasta el borde. ¿Por qué los marcianos poseen forma claramente humana y hablan español? ¿Qué les hizo pensar que México, entre todos los países del mundo, sería estratégico para su plan de defender a la galaxia de un holocausto atómico? ¿Por qué pierden el tiempo en perseguir al Santo cuando pudiesen aprovecharlo para obligar a los líderes del mundo a prevenir la catástrofe? Extrañas pero comprensibles preguntas que difícilmente inquietaron a las audiencias de hace más de cincuenta años, y que, en aras de hacer debida justicia al centenario de Guzmán Huerta, tal vez sea preferible procurar que en el Siglo XXI no tengan que dar pie a excepciones. Como Alicia en el País de las Maravillas o el truco de un gran mago, la clave para su degustación podría residir en nuestra conciliación personal con la lógica de su absurdo y con la realidad de su fantasía.
[b][email protected][/b]
Aumentará en 3.5 por ciento financiamiento anual a Mipymes hasta 2030
La Jornada Maya
Hay negociaciones previstas para el fin de semana
Afp
El nuevo Papa tendrá que decidir si da continuidad a las políticas de Francisco, las modifica o las abandona por completo
Ap
Publicaban los videos de sus agresiones en redes sociales
Afp