de

del

Joana Maldonado
Foto: Tomada de Facebook
La Jornada Maya

Lunes 5 de junio, 2017

A un año de distancia de unas históricas elecciones, este fin de semana una noticia colocó al ex gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge Angulo, como tendencia (en los primeros diez lugares) de Twitter; algo nunca logrado durante su administración, pese a todo el ejército de [i]boots[/i] creados por César Mortera Egremy, quien fungió como “presidente de cibernautas del PRI”, y cuyos falsos perfiles en la red social no sólo se encargaban de dar [i]retuits[/i] a todo lo que escribiera el ex mandatario, sino que también servían en contra de sus contrincantes o enemigos políticos.

El sueño de todo el sexenio del ex gobernador, ser [i]Trending Topic[/i] en Twitter, se volvió realidad este sábado cuando se colocó en el segundo lugar a nivel nacional a las 7:30 horas. Todo mundo hablaba de Roberto Borge: sitios de noticias, diarios nacionales e incluso internacionales, periodistas, en fin. Esto pese a que, desde hace casi medio año, Borge protegió su cuenta en la red social, cambiando su nombre a sólo “R” y haciéndola privada con 138 mil 483 seguidores.

Borge se convirtió en tendencia no precisamente por algún mensaje positivo, pues desde que se retiró de las redes sociales el pasado 20 de diciembre, poco después del mediodía cuando lamentó el deceso de don Germán García y sólo logró 16 “me gusta” y ni un solo retuit, su estatus privado impide cualquier tipo de comunicado público. El [i]gober tuitero[/i], como se le conoció, regresó a la fama por ser oficialmente prófugo de la justicia, según publicó el diario [i]Reforma[/i] este sábado, noticia que fue en principio confirmada por fuentes del gobierno del estado y, en un intento bastante torpe, desmentida más tarde por [i]Excélsior[/i].

Todo parece indicar que los quintanarroenses finalmente estamos viendo frutos de las primeras denuncias interpuestas por el gobierno de Carlos Joaquín, casualmente a un año de las elecciones del 5 de junio de 2016, y que también coinciden con las elecciones en cuatro estados del país, uno de ellos el Estado de México, actualmente el principal bastión del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el país y cuyos resultados seguramente serán un indicador de lo que ocurrirá en 2018.

Muchos notaron la “casualidad” de la filtración del gobierno federal que cita [i]Reforma[/i], anunciando la orden de aprehensión del ex gobernador, girada desde el pasado jueves 1 de junio, así como contra otros cuatro colaboradores a quienes se les atribuye el delito de lavado de dinero. Lo anterior presumiblemente coloca a Borge Angulo como un prófugo de la justicia que goza del servicio de guaruras, como ocurrió con Tomás Yarrington, otro ex mandatario priísta, éste de Tamaulipas, quien fue detenido este año.

Así como Yarrington y luego a Javier Duarte de Ochoa, ex gobernador de Veracruz, a todos les está llegando la justicia, o al menos así lo quiere hacer notar el gobierno de Enrique Peña Nieto, de cara a las elecciones para la Presidencia en 2018, en un intento de reforzar su política anticorrupción; el mensaje, sin embargo, también podría interpretarse como “todos los gobiernos de priístas son corruptos”.

Personas del círculo cercano a Borge Angulo han comentado que éste se encuentra fuera del país, viviendo con su pareja sentimental, la ex diputada federal Gabriela Medrano, pero que su salud no es del todo buena, como indica su sorpresiva disminución de peso. Ésta podría ser la excusa para, de algún modo, evadir la justicia.

A todo esto, y aunque la información no había sido confirmada por la PGR, ya por la noche, el periódico [i]Excélsior[/i] sostuvo que “funcionarios de la Procuraduría General de la República desmintieron que un juez haya librado la orden de aprehensión”, por el hecho de que “un juez no puede dar a conocer que libró una orden”, aunque de hecho, la nota del Reforma nunca citó que la fuente haya sido un juez.

Por su parte, Carlos Joaquín ha sido prudente en opinar al respecto; fue claro al señalar que la PGR no ha confirmado tal ordenamiento pero sí reiteró que han trabajado en coordinación con diversas entidades para poder sustentar toda la información de las denuncias que su gobierno ha interpuesto.

Si las denuncias logran circunscribirse a delitos como lavado de dinero y delincuencia organizada, ambos delitos federales contemplados en el Código Penal como graves, Borge y varios ex funcionarios no tendrán la suerte que tuvo recientemente Paulina García Achach, quien logró salir libre con una medida cautelar y enfrentar el proceso en libertad.

[i]Chetumal, Quintana Roo[/i]


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