Margarita Robleda Moguel
Foto: Rodrigo Díaz Guzmán
La Jornada Maya
Martes 26 de mayo, 2020
La queja y la incertidumbre nos está deshilando el alma. Cada día nos cuesta más trabajo levantarnos de la deliciosa hamaca que arropa nuestras penas y nos envuelve cual seno materno para evadir realidades.
Conforme pasan los días uno tras otro, calca del anterior, y lo peor, no saber a ciencia cierta cual es el final del túnel y lo que nos espera al otro lado, nos va desgastando, evaporando.
Llega el momento en el que uno tiene que detener la inercia y tomar la decisión de hacerse cargo de sí mismo, de recuperarse, de retomar el timón de su vida a partir de la realidad. Si tengo limones, ¡toca hacer limonada!
Una maestra pidió que leyeran [i]El diario de Ana Frank[/i]. Me pareció una estupenda idea. No hay como un buen espejo donde mirarse para poder entender el mariposario de sentimiento que revolotean por dentro. Si bien estamos encerrados, al igual, nosotros nos tenemos que vivir con la angustia de que aparezcan los nazis. Y según recuerdo la historia, en medio del caos, brotó el amor llenando todo de luz.
[b]Canal de YouTube[/b]
Uno de los frutos más grandes de la cuarentena ha sido la posibilidad de abrirnos al mundo. Con el apoyo del sobrino que me trae alimentos y da las vueltas, decidimos hacer videos para compartir lo que he ido descubriendo en los caminos. Fue así como surgió el canal de YouTube: Rana Margarita Robleda.
Cada sábado a las 5 de la tarde subimos un video con temas variados. Uno de ellos fue mi cumpleaños 70 en el cual participaron varios colegas músicos para niños. El que más aprobación ha tenido es el de “¿Cómo se escribe una adivinanza?”. Imagino que ahora con el “quédate en casa”, la gente busca cómo entretener a sus hijos. Eso ha permitido que personas de otros países entren al canal y comencemos una relación.
El sábado pasado subí: [i]¿Cómo se hace un cuento?[/i]. En el video presento ejercicios de como jugar con las terminaciones “_iz”, “_ana” y “_osa”. Primero hay que escribir todas las palabras que se te ocurran y luego hilarlas. Así surgió con la terminación “_ana”: La Rana Cipriana tiene boca de Palanga, porque en esta cuarentena, en lugar de manzanas, come sólo botanas.
Unas horas después de haberlo subido, una persona con el nombre de Criss escribió: “Jugando con Ada. Encantada veo el video de Margarita sentada, picada y animada, invento mi propia puntada”.
Es increíble la variedad de propuestas que existen en YouTube. Desde “Música Celta para estudiar”, como algo que: “Elimina toxinas, negatividad y limpia el aura”. “Tips de organización para clases virtuales”, “Ejercicios para niños con déficit de atención”, Yoga al infinito o “Cómo enseñar a los niños a compartir”.
Esta nueva “normalidad” que se está hilando nos dice que ahora la vida tendrá que ser más tecnológica. Las clases virtuales lo confirman, pero también descubro que el ser humano necesita ser útil, desea participar y en ese afán, estamos compartiendo por las redes nuestros saberes e intereses; la decisión de no dejarnos vencer por los bichos del momento y los rumores cargados de desesperanza.
Como diría Tina Turner, [i]I will survive![/i], ¡Sobreviviré!
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