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Óscar Muñoz
Foto: Rodrigo Díaz Guzmán
La Jornada Maya

Martes 21 de abril, 2020

En este tiempo de cuarentena, aunque en estricto apego al concepto no lo sea tan así, la población en general está en casa. En esta circunstancia, los niños también. No habrá clases escolares por algún tiempo y todos los alumnos, sin estar precisamente de vacaciones, no tendrán mucho qué hacer respecto de su formación, su educación y su aprendizaje.

Para evitar que, por el tiempo de suspensión de las actividades escolares, los alumnos tengan cierto atraso en sus aprendizajes y ello afecte en su rendimiento escolar, la Secretaría de Educación Pública (SEP) ha lanzado un programa especial para esta temporada de confinamiento. A partir del lunes 23 de marzo y hasta el 16 o el 30 de mayo, ha comenzado a operar el programa Aprende en casa en tres modalidades: por TV, por Internet y a través de cuadernos de trabajo. El objetivo del programa es, según la misma SEP, “compensar la ausencia de los estudiantes en las escuelas durante el periodo del receso escolar preventivo”.

Este programa transmite contenidos de los programas oficiales de educación preescolar, primaria, secundaria y bachillerato a través del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano, la Dirección General de Televisión Educativa y Canal 11 Niños y Niñas 11.2. Cabe destacar que en esta empresa se han sumado la Red de Radiodifusoras y Televisoras Educativas y Culturales, A. C., y el Instituto Latinoamericano de Comunicación Educativa.

[b]Llevar la escuela a casa[/b]

Sin embargo, es de todos sabido que nadie en su sano juicio ha querido llevar la escuela a casa. Ha sido suficiente con que los alumnos, en tiempos cotidianos, lleven a casa algunas actividades extraescolares llamadas tareas. Pero no instalarse en el hogar como si estuvieran en un salón de clase. Y todo ello, independientemente de lo mal que podrían estar diseñadas las sesiones de transmisión por TV o en línea, dada la premura con que fue anunciado el receso escolar.

Además, habrá que considerar que alrededor del 53 por ciento de la población escolar tendría acceso a la señal de Internet y sólo el 48 por ciento tiene posibilidad de usar una computadora. Para compensar a los estudiantes que no tiene la oportunidad de trabajar en Línea, serán televisadas sesiones de asesorías que orienten a los niños y jóvenes en su “aprendizaje”. Y por si fuera poco, serán distribuidos cuadernos de ejercicios a aquellos alumnos que no tengan Internet ni TV. ¿Y los Libros de Texto Gratuitos? ¿Acaso habrá materiales impresos dobles, diferentes o repetitivos?

[b]Formación integral[/b]

¿Por qué no, en lugar de transmitir clases escolarizadas, la SEP optó por difundir por los mismos medios de comunicación otro tipo de contenidos, asuntos más relacionados con la cultura y el arte? Hubiera sido una gran oportunidad de contribuir en la formación integral de la población infantil con otro tipo de aprendizajes, más cercanos al interés de los niños, a su curiosidad y a su asombro como, por ejemplo, cortometrajes del cine universal. Este tipo de obras del arte cinematográfico bien podrían contribuir en esta necesaria formación integral de los futuros ciudadanos.

Para operar esta opción, pudieron acercarse al Instituto Mexicano de Cinematografía y a la Universidad Nacional Autónoma de México, que tienen en su acervo cortometrajes del interés de los niños. Hubiera sido una gran oportunidad para, no sólo ofrecer bienes culturales a la población infantil, sino permitir el goce de este tipo de obras, lo que contribuiría a mitigar el estrés y la ansiedad que el confinamiento en casa ha ocasionado el COVID-19. Las sesiones escolarizadas por TV y en Línea no ayudan en nada para enfrentar las consecuencias de quedarse en casa.

Junto con el disfrute de las historias contenidas en los cortometrajes, habría la oportunidad de crear o recrear otras historias, para lo cual los niños bien podrían hacer sus personajes con plastilina u otros materiales flexibles, filmar sus historias y subirlas a la Internet. Si bien no toda la población infantil del país podría tener la oportunidad de subir sus creaciones cinematográficas, lo que vale es la terapia ocupacional de los niños a través de su creatividad para mantener su mente en la mejor sanidad posible.

Si bien la SEP ya comenzó su programa especial para el receso escolar por TV y en Línea, no estaría de más que sean transmitidos programas culturales que ofrezcan obras de las artes visuales, más allá de los cortometrajes, como la pintura, el collage, el grabado, el esgrafiado, la acuarela y otras expresiones de este rubro. La salud no sólo debe estar en el organismo, sino también en la mente y el espíritu creativo. Además, los aprendizajes espontáneos llegan a ser más sólidos que los inducidos por la televisión o la Internet.

[i]Mérida, Yucatán[/i]
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