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Jesús Hernández Martínez
Foto: Cuartoscuro
La Jornada Maya

Lunes 30 de marzo, 2020

¡Quédate en casa! Ahora que estamos en cuarentena por cuestiones sanitarias o en receso laboral obligado y en encierro involuntario en nuestras casas, es oportuno voltear la cara hacia los libros y leer uno o varios de ellos; seguramente será una de las más bellas experiencias de los nuevos lectores, o de los ya habituales lectores, los que han vivido desde niños acompañados de libros, el mejor dispositivo de aventura e información que haya inventado el hombre; ese libro al que todos tenemos acceso sin mayor dificultad y sin grandes complicaciones para aprender su manejo. Sin importar la definición, el libro y antes la escritura, son los inventos más fabulosos de la raza humana.

Tiempo y oportunidades para leer un libro habrá bastantes: una fila en el banco, la espera en un consultorio, ser recibido en una oficina, la terminal de autobuses, el aeropuerto o cualquier otro sitio donde parece que el tiempo pasa lentamente. Con todo lo negativo que pueda resultar este periodo en que estamos confinados en nuestro hogar ante la posibilidad de infectarnos e incluso morir por el coronavirus, es una de las mejores oportunidades para optar por una ocupación diferente, y qué mejor que tomar un libro y adentrarnos en su misterioso devenir, sin anticiparnos qué nos podrá ofrecer ahora que las ofertas son mucho más atractivas que las demandas. Más libros que lectores.

Para hablar de libros, de los que ni siquiera sabemos cuántos se han editado en todo el mundo, no nos alcanzaría ningún espacio, pero se verá como bueno el esbozo de algunas de las mejores obras literarias que han salido a la luz pública, engendrados en alguna mente que ahora calificamos como extraordinaria o fabulosa y que, tal vez, accidentalmente podamos igualar.

[b]Para muestra, un botón[/b]

Como decimos coloquialmente, para muestra basta un botón: ¿qué nos costaría buscar y encontrar a [i]Don Quijote de la Mancha[/i], de Miguel de Cervantes Saavedra. Esta es, según varios conocedores, la mejor obra literaria escrita por el hombre desde que se conoce la escritura, sin menospreciar [i]La guerra y la paz[/i], [i]Cien años de soledad[/i], [i]La Ilíada[/i], [i]La Odisea[/i] o [i]la Biblia[/i], considerada esta también como una obra literaria sin quitarle lo sagrado.

Y qué decir de la novela 1984, la controversial obra de George Orwell, que tanto aporta a la comunicación y que no podremos olvidar porque recordarla es volver a vivirla. [i]Navidad en las montañas[/i], [i]Los bandidos de Río Frío[/i], [i]Bajo la Rueda[/i] y hasta [i]El Príncipe[/i] sin olvidar [i]El Principito[/i]; este último que podemos leer en unos cuantos minutos requiere de tres o cuatro lecturas para medio entenderlo.

La ciencia explica que los humanos siempre estamos aprendiendo y, leer un libro no es la excepción. Cuando leemos nuestra mente hace su propio argumento de lo que leemos, por eso es mejor que el cine o el teatro. La lectura deja huella en nuestra mete e influye a fin de cuentas en nuestra conducta, ya no se diga en nuestra memoria, además leer es una de las actividades más satisfactorias de la inteligencia por eso es de lo más recomendable.

También podemos leer en este enclaustramiento involuntario, [i]El sonido y la familia[/i], [i]El hombre invisible[/i], [i]La divina comedia[/i], [i]Hamlet[/i], [i]Romeo y Julieta[/i], [i]El Evangelio según Jesucristo[/i], [i]La cabaña[/i], [i]Los viajes de Gulliver[/i], [i]Edipo rey[/i],[i] Pregúntale a Alicia[/i], y [i]María[/i], éste de lo más romántico.

[b]Objetos a nuestro servicio[/b]

En contra de lo que nos decían los abuelos sobre los libros, en sus hojas se puede escribir, hacer anotaciones de lo que se lee para entenderlo mejor, los libros son objetos a nuestro servicio. No vayamos a caer en comprar libros lujosísimos sólo de adorno o para lucirlos; sería una pena.

Pero volviendo a nuestro tema podemos leer [i]Lo que el viento se llevó[/i], [i]El viejo y el mar[/i], [i]Un mundo feliz[/i], [i]El gran Gatsby[/i], [i]Hijo de la media noche[/i], [i]El origen de las especies[/i], [i]El capital[/i], [i]El contrato social[/i], [i]Leviathan[/i], [i]El señor de los anillos[/i], [i]Las crónicas de Narnia[/i], [i]La naranja mecánica[/i], [i]Ana Karenina[/i], [i]El rey Lear[/i], [i]Frankestein[/i], [i]Por quién doblan las campanas[/i], [i]Rebelión en la granja[/i], [i]El señor de las moscas[/i], [i]En busca del tiempo perdido[/i], [i]El sueño eterno[/i], [i]Yo Claudio[/i], [i]Hijos y amantes[/i], [i]Todos los hombres del rey[/i], y muchos, muchísimos más que cualquiera de nosotros puede conseguir fácilmente.

Algunas personas alegarán en su favor que no tienen una biblioteca y tendrán razón, pocas personas disponemos de más de 10 mil o 15 mil libros, pero en la actualidad es muy fácil bajarlos de páginas electrónicas. De hecho no hay excusa para que, entre otras actividades, le echemos un ojo a los libros en esta cuarentena obligatoria. De paso nos convenceremos de lo fabuloso que resulta leer un libro.

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Edición: Elsa Torres


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