Sé anormal, consume nopal

Actualmente vivimos en una sociedad que ha enfermado, si se suman los distintos padecimientos que tiene la población adulta en México  las cifras que arroja la más reciente publicación de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (https://www.inegi.org.mx/programas/ensanut/2018/default.html) 74.1 por ciento de mujeres y hombres con 20 años y más presentan sobrepeso y obesidad.  En los últimos ocho años hubo, además, aumento de diabetes por diagnóstico médico llegando al 10.6 por ciento de la población con este padecimiento. A nivel nacional es alta también la proporción de la población con diagnóstico médico de otros padecimientos denominados crónicos: 13.4 por ciento tiene hipertensión; 1.7 por ciento, enfermedad cardiovascular y 2.1 por ciento  enfermedad pulmonar crónica. Entre los adultos, 49 por ciento tiene triglicéridos elevados y 26.1 por ciento tiene colesterol total alto. Si hacemos todas las sumatorias se podría decir que prácticamente nueve de cada 10 mexicanos tienen alguna enfermedad. Así hemos enfrentado la pandemia.

En un acercamiento al renacimiento de las ideas elementales del padre de la medicina Hipócrates quién sostenía “que la comida sea tu alimento y el alimento tu medicina”, la legislación y las autoridades de Salud emprendieron la aplicación de sellos de alerta a los consumidores a los distintos productos enlatados, envasados y similares (muchos de ellos además pueden ser una fuente de toxicidad crónica y generación de residuos sólidos), pero que estos no han tenido el impacto deseado, ya que su consumo sigue en aumento.

Algunas hipótesis sostienen que lo anterior es por una cuestión de precios, accesibilidad, despreciar lo que en tu región abunda, educación, pero sobre todo de falta de alternativas para que realmente renazca la máxima Hipocrática; que el alimento sea tu medicina, es absurdo que en el cuerno de la abundancia, de tierras fértiles, de gran diversidad en plantas medicinales, un país de megabiodiversidad, seamos al mismo tiempo uno de los países más insanos.

Pero tenemos un gran aliado para recuperar nuestra salud y se llama nopal. Sin temor a equivocarnos es el elemento biocultural más importante y significativo de México, por el simple hecho de que está manifiesto en nuestro símbolo sagrado que integra nuestra bandera; el águila que postrada sobre un nopal devora a una serpiente, la promesa de Huitzilopochtli a su pueblo. El único que se puede comer como verdura o fruta, ya sea nopal o en tuna y xoconostle, resiliente a diversos climas, símbolo de la eternidad y el renacimiento (si se le corta un brazo, de este nacerá un nuevo árbol). Sus propiedades eliminan toxinas provocadas por alcohol y cigarro, ayuda a eliminar el colesterol elevado, protege la mucosa gastrointestinal curando la gastritis, previene úlceras, ayuda a controlar la diabetes e hiperglucemia, tiene un alto contenido en fibra y sirve para limpiar el colon.

Como en muchos productos agrícolas se enfrenta a las grandes injusticias, a los campesinos les pagan por costal con 200 nopales pelados entre 35 y 50 pesos en tanto en tiendas departamentales como Superama se encuentra en 37.9 pesos el kilo, es decir, ocho o nueve nopales en una charolita de unicel y envueltos con plástico.

Sin embargo, para los habitantes de la Ciudad de México están rodeados de la principal zona productora de nopal del mundo, al sur en Milpa Alta y al Norte hacia el Valle de Teotihuacán hasta Nopaltepec  y al ir a sus tierras se puede acceder a los nopales a costo de campesino. Podemos construir una nueva anormalidad de salud plena, ser revolucionarios de esta era y consumir nopal.

Colibrí @witzilin_vuela

El Siervo @CesarG_Madruga

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Edición: Estefanía Cardeña